Renting de coches: ¿cuándo merece la pena?

Si estás planteándote contratar un coche de renting pero te asaltan las dudas, a continuación analizamos en qué casos resulta rentable esta modalidad

El renting de vehículos como alternativa al coche en propiedad está al alza. Andalucía encabeza el número de contrataciones, situándose como la tercera comunidad autónoma con más contratos de renting en nuestro país, solo por detrás de Madrid y Cataluña.

Las múltiples ventajas de las ofertas de renting están detrás del éxito de este servicio, que ya es una realidad tanto en España como en Europa. Países como el Reino Unido cuentan con una presencia del 40% en el parque móvil y Alemania con un 30%.

Si estás pensando en estrenar coche nuevo y sopesando las diferentes opciones disponibles, desde la compra o financiación tradicional, como el leasing y renting, a continuación te explicamos qué es el renting de coches y si realmente vale la pena.

¿Qué es el renting de coches?

Para valorar si un coche de renting puede ser la solución que buscas, antes de nada es fundamental que entiendas en qué consiste esta fórmula. El renting de vehículos es una modalidad mediante la cual puedes disponer de un coche de alquiler nuevo o seminuevo durante dos, tres, cuatro y hasta cinco años, con todos los gastos incluidos a cambio del pago de una cuota mensual.

A diferencia de la compra tradicional, en el renting no se adquiere la propiedad del automóvil, sino que se paga una cuota mensual por su uso. Similarmente a una suscripción de streaming o el alquiler de una vivienda, durante la vigencia del contrato de renting, tendrás que asumir este único pago que te permitirá disfrutar del coche que elijas, sin entrada y con todo incluido, desde seguro, reparaciones, impuestos, mantenimiento y hasta varios cambios de neumáticos.

¿Cuándo sale rentable optar por un coche de renting?

La adquisición de un vehículo nuevo no es una decisión fácil. Además de la amplia variedad de posibilidades en cuanto a marcas y modelos, motorizaciones, caballos, cilindrada, etc., hay que sumarle las diferentes formas de financiación y compra, lo que pueden convertir este proceso en un auténtico quebradero de cabeza.

Si quieres conducir un coche nuevo pero no puedes, o no quieres tener que hacer frente a los gastos de la compra (y el mantenimiento) de un vehículo en propiedad, el renting te permite acceder al vehículo que elijas sin tener que hacer grandes desembolsos iniciales y con todos los gastos incluidos. Puedes despreocuparte de tener que negociar pólizas de seguros, asumir gastos como visitas al taller, matriculación, mantenimiento, reparaciones, ITV, etc.

Asimismo, el renting es una solución perfecta para las necesidades de movilidad cambiantes de cada momento de la vida. Al tratarse de un servicio que permite estrenar coche nuevo cada pocos años, el renting se adapta a cada etapa de la vida y presupuesto.

Sabemos que no se necesita el mismo coche cuando nos acabamos de sacar el carnet que cuando queremos empezar una familia; cuando nos mudamos a una ciudad con ZBE y buscamos un híbrido o eléctrico o cuando queremos renovar nuestra flota de coches de empresa. Por eso, el renting hace realidad no tener que atarse al mismo coche durante toda la vida y brinda la flexibilidad que responde a las necesidades de movilidad en constante evolución.

Otro de los motivos que lo convierten en una fórmula muy atractiva es su coste fijo. Al centralizar todo en una cuota única, puedes tener un control total de tus gastos y optimizar tus ahorros a largo plazo. Además, el ‘todo en uno’ evita que te lleves sorpresas como facturas de taller o gastos inesperados.

Una vez finalizado el contrato de renting, se devuelve el vehículo a la empresa arrendadora y no tendrás que lidiar con tener que revenderlo, ni asumir la depreciación de su valor. Olvídate de tener que invertir tiempo y dinero en el papeleo y gestiones necesarias para recuperar parte de la inversión.

Casos en los que no merece la pena hacer un renting de coches

No obstante, hay situaciones en las que no merece la pena optar por el renting de coches frente a otras alternativas. Por ejemplo, si necesitas un coche de forma puntual para una salida de fin de semana o para unas vacaciones, lo mejor será recurrir al alquiler de coches tradicional.

Si tienes muy claro que quieres un coche en concreto y no te planteas cambiarlo a 2 ó 5 años vista, lo mejor será comprarlo por tu cuenta o hacer un leasing, opción que ofrece la posibilidad de compra. De esta forma no tendrás que devolverlo al finalizar el contrato.

Otro motivo que puede llevarte a considerar si el renting se adapta o no a lo que estás buscando es el límite de kilómetros. Al seleccionar el vehículo de renting, también deberás elegir el periodo de contratación, de entre 2 a 5 años, así como un límite de kilómetros.

A pesar de que el kilometraje máximo anual que se puede contratar es bastante amplio, pudiendo llegar hasta los 150.000 km, si como particular, autónomo o empresa, sueles hacer un uso muy intensivo del vehículo y recorres muchos kilómetros de media al año, es posible que el renting no se adecúe a lo que buscas.

Para aquellos casos en los que se hace un uso esporádico del vehículo se recomienda un kilometraje de 10.000 km. Para un uso algo más intensivo, entre 15.000 y 20.000 kilómetros anuales serán más que suficientes. Y si conduces de forma asidua para desplazarte o recorres grandes distancia, se recomienda optar por los 30.000 o 40.000 km anuales.

Igualmente, tampoco merece la pena hacer un renting si no quieres un compromiso a medio plazo. Un contrato de renting es vinculante y te obliga a pagar una cuota mensual durante el tiempo acordado, con una penalización en caso de incumplimiento de las condiciones pactadas. Si no tienes muy claro si podrás hacer frente a los pagos o si tendrás que interrumpirlo por causas no justificadas, esta opción no es para ti.

Elegir la mejor oferta, la clave para acertar con el renting

Como has podido comprobar, saber si merece la pena hacer un renting dependerá de varios factores. Lo mejor antes de tomar una decisión es pararse y evaluar si el renting encaja con tus necesidades. Explora la oferta de marcas y modelos disponibles, una vez encuentres el que mejor responda a tus gustos y presupuesto, ponte en contacto con la empresa de renting y recibirás asesoramiento personalizado de forma gratuita y sin compromiso.