Ultraderecha

Milei aterriza en Madrid como atracción de Vox y sin contactos previstos con el Rey ni Sánchez

"No es una visita personal", dijo Manuel Adorni, portavoz presidencial, pese a que aprovechará para presentar su último libro, 'Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica: De la teoría económica a la acción política'

El presidente argentino, Javier Milei, el pasado abril en Miami.

El presidente argentino, Javier Milei, el pasado abril en Miami. / EFE

Abel Gilbert

En 2019, el francés Laurent Binet publicó 'Civilizaciones', una novela en la que invierte los términos de la historia. Son los Incas quienes, partiendo de las alturas de Machu Picchu, llegan a la península ibérica para luego extenderse por el continente. Lo que el escritor se toma en broma erudita es acaso un asunto de suma importancia para Javier Milei. El ultraderechista no es afecto a la ficción. Sus lecturas, por lo que se sabe, son siempre económicas. Pero a su modo, quiere repetir la trama imaginada por Binet: se ve a sí mismo como un "conquistador" que, a fuerza de repetir consignas, frases bíblicas y números falsos, puede "civilizar" a un auditorio todavía capturado por ideas que suele calificar de "colectivistas". La participación del presidente argentino en el acto de Vox, el domingo, es en ese sentido algo más que una devolución de favores a Santiago Abascal. Al igual que lo sucedido en el Foro Económico de Davos, en febrero pasado, cuando dijo que Occidente estaba "en peligro" pero él podría salvarlo, Milei quiere ahora extender su prédica por Europa y ser un líder carismático global.

"No es una visita personal", dijo Manuel Adorni, portavoz presidencial y por momentos su alter ego, sobre las horas de Milei en Madrid. Se sabe que será una de las atracciones del mitin de Vox, del cual participarán Marine Le Pen, el presidente de Chega y diputado portugués, André Ventura, el pinochetista José Antonio Kast, representantes del espectro ultraconservador norteamericano así como el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; y la primera ministra de Italia, Georgia Meloni, estos últimos por vía telemática. Según Adorni, la convención de Vox no es sin embargo " la razón principal del viaje". Milei se encontrará con empresarios. El rey Felipe VI y el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, no figuran por lo pronto en su agenda. No va a haber una reunión bilateral, no está previsto.

Las relaciones entre La Moncloa y Buenos Aires se tensaron de una manera inaudita el pasado 3 de mayo. El ministro español de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, sugirió la ingesta de "sustancias" de Milei durante su exitosa campaña electoral y la Oficina del Presidente repudió esa hipótesis con una prosa de barricada. Su extenso comunicado que pareció escrito por Abascal, con alusiones a la unidad del reino, el "separatismo" y la inmigración. Puente reconoció la semana pasada su "error". Dijo que, de haber sabido sobre las repercusiones de sus palabras, se habría llamado a la reserva. El Ejecutivo argentino, experto en el uso de las redes sociales, con sus batallones de troles y voces oficiosas, dio por su parte "saldado" el incidente diplomático, aunque reivindicó punto por punto su declaración precedente.

Lo virtual y lo real

Milei le asigna al mundo virtual una importancia a veces equivalente a la propia realidad. Su cuenta en X informa de que todo marcha de maravillas. En los primeros cuatro meses del año se acumula una inflación del 65%. La actividad de la construcción se ha derrumbado en marzo un 42,3%. El índice de producción industrial manufacturero muestra una caída de 21,2%. Los salarios perdieron más de un 20% de su capacidad de compra. La pobreza golpea a casi el 50% de la población. Días atrás chocaron dos trenes en la capital argentina. Cien personas resultaron heridas. El Gobierno responsabilizó a los trabajadores. El sindicato dijo que esa era otra 'fake news'.

El siniestro, dijo, tuvo lugar debido a la falta de recursos para reponer el sistema de señales y cables que habían sido robados, así como al desinterés de las autoridades de abordar el problema. Según datos de la misma Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), desde que tomó el poder la ultraderecha se redujo un 41% el gasto operativo de la red de trenes y un 98% la inversión. Milei está convencido de que esos episodios no empañan su prestigio. "Los motes que me ponen los fracasados que hundieron el país me tienen sin cuidado; ahora lloran por el reconocimiento internacional que tengo", dijo a la BBC.

En Madrid presenta este viernes su último libro, 'Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica: De la teoría económica a la acción política'. Antes de subirse al avión, llegaron a Buenos Aires los ecos de la decisión de editorial Planeta de retirar de las librerías españolas la versión de 'El camino del libertario' en la que su autor se presentaba como graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y con un doctorado en Economía en la Universidad de California.

El presidente cursó sus estudios superiores en la Universidad de Belgrano, de un prestigio mucho menor que la UBA. Carece además de un doctorado. La Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (Eseade), de Alberto Benegas Lynch, a quien el mandatario argentino considera un "prócer del liberalismo" le otorgó un simbólico "doctorado Honoris Causa". Se trata del reconocimiento, pero no un título de posgrado. Esa diferencia no forma parte del lenguaje estatal, al punto de que en cada ceremonia pública, Milei es presentado como "doctor".

Planeta reconoció que la edición española de la biografía del anarco capitalista "contiene datos erróneos" y pidió "sinceras disculpas por el fallo". La ultraderecha argentina no tendría pruritos en defender a capa y espada el texto original de esa biografía por la propia relación conflictiva que mantiene con la verdad y la comprobación. En el momento en que se retiraban pudorosamente los libros de las librerías, Lilia Lemoinie, conocida por su convencimiento de que la tierra es plana, era nombrada al frente de la comisión de ciencias de la cámara de Diputados.

Inquietud diplomática

'Javier se fue a la guerra', tituló la revista satírica 'Mongolia' y dibujó a un Milei manco y tuerto, en una suerte de versión actualizada y rioplatense de José Millán-Astray. La caricatura no pasó inadvertida en Argentina. En casi medio año de gestión, Milei ha lanzado batallas retóricas no solo con Sánchez sino con sus colegas de México, Colombia y Brasil, Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro y Luiz Inacio Lula da Silva, respectivamente. Las palabras forman parte de un combate global que tendrá en pocas horas su ardiente capítulo español.

De acuerdo con el diario 'La Nación', la diplomacia argentina observa con desconcierto "el escaso interés" que Milei "ha demostrado tener hasta el momento para ahondar vínculos con mandatarios que no coinciden con su visión de mundo y sus políticas públicas". En lo que va de su mandato, el jefe de Estado hizo acto de presencia en Washington, Miami, Texas y Los Angeles para encontrarse con representantes del judaísmo ortodoxo y magnates, entre ellos Elon Musk. "Milei es Presidente de todos los argentinos, antes que simpatizante", dijo a 'La Nación' Diego Guelar, exembajador en China, Estados Unidos y Brasil. "El turismo religioso-político del Presidente le cuesta carísimo al país, y no nos trae ningún beneficio", añadió.

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