Choque diplomático

Sánchez asume que Milei no rectificará y enfría la crisis para evitar el cruce de declaraciones

La Moncloa rechaza echar más leña al fuego verbal, se ciñe a la respuesta diplomática con la retirada de la embajadora en Buenos Aires y elude anticipar qué pasará si el presidente argentino vuelve a España el mes que viene

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / José Luis Roca

Juan Ruiz Sierra / Iván Gil

El Gobierno ya da por hecho que el presidente argentino, Javier Milei, no rectificará en su acusación de que la mujer de Pedro Sánchez es “corrupta”, unas declaraciones realizadas el pasado domingo en un acto de Vox que iniciaron un conflicto diplomático hasta escalar con la decisión de retirar a la embajadora española en Buenos Aires. “Lejos de rectificar, se ratificó en la calumnia y el insulto”, constató el presidente del Gobierno este miércoles durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados. Desde su equipo de colaboradores añaden que no tienen esperanza de que vaya a rectificar y ahora prefieren optar tanto por no dar nuevos pasos como por evitar entrar en un cruce de declaraciones.

“No va a cambiar de actitud”, asumen fuentes de Moncloa. En principio, el Gobierno se ceñirá al ámbito diplomático sin seguir el juego de la escalada verbal. El mandatario argentino ha sido prolífico durante las últimas horas en sus descalificaciones al Ejecutivo español, llegando incluso a recomendar un “psicólogo” a Sánchez y un “abogado” a su esposa, Begoña Gómez. “Tengo en 'match point' a Pedrito Sánchez”, aseguró. El líder socialista, mientras tanto, evitó este miércoles entrar a reprochar estas últimas palabras, una línea que siguieron tanto en público como en privado sus ministros. 

El Gobierno trata ahora de enfriar el choque con una actitud menos belicosa y dejar que Milei se retrate con sus propias palabras. “Ellos seguirán. Es lo que estamos advirtiendo”, explican, en referencia a la “internacional ultra” en la que sitúan a Vox y, como colaborador necesario, al PP. De hecho, el retrato de Milei es para los socialistas también el de la derecha y la ultraderecha. De ahí que carguen contra Vox y la “equidistancia” del PP. 

La posición de Feijóo

“La moderación no es ser equidistante. Es estar del lado de las instituciones españolas atacadas y soltar la mano de la ultraderecha”, le dijo durante el debate parlamentario Sánchez a Feijóo, quien trata de mantener una posición intermedia entre el cerrado apoyo de Santiago Abascal a Milei y el pulso que mantiene Sánchez. Para el líder del PP, las actitudes del presidente argentino y el español resultan equiparables. 

“No estamos en escaladas verbales, sino en decisiones diplomáticas”, explican en el Gobierno. Su intención, según avanzan, es dejar “reposar” la crisis. La retirada de la embajadora de Buenos Aires es ya de por sí una decisión drástica y poco habitual, aunque el Gobierno deja en el aire si volverá a ofrecer su asistencia en caso de que Milei viaje a España, como tiene previsto, el próximo 21 de junio para recibir un galardón de la entidad Juan de Mariana por su "defensa de la libertad". “Los presidentes de otros países suelen comunicar el viaje. Cuando lo comunique, veremos si viene y en calidad de qué”, trasladan los colaboradores del presidente del Gobierno.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, insiste también en la afrenta realizada por Milei, con el "plus de gravedad” de producirse en Madrid, y tras haberse beneficiado de las facilidades puestas por el Gobierno de España para su visita. Entre ellas, los permisos para aterrizar en el Boeing 757 presidencial en la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, y la provisión de escoltas y otras "garantías de seguridad". 

Este reposo en la crisis diplomática, a la espera de si vuelve a Madrid o no Milei y en qué condiciones, viene acompañado de mensajes de tranquilidad a las empresas españolas con intereses en Argentina. “Las relaciones económicas, culturales y académicas van a ser siempre una prioridad para nuestro Gobierno”, aseguró Sánchez. Pero sus colaboradores son incapaces de prever cómo acabará este choque y si habrá que tomar nuevas medidas. Sobre todo, ante un dirigente tan imprevisible como el presidente argentino. “Las iniciativas diplomáticas no se anticipan. Porque si no, no son diplomáticas”, zanjan en la Moncloa.

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