Las autoridades francesas detienen a varios sospechosos y blindan París ante una inauguración de los JJOO histórica

Chef en un restaurante michelín, casado y asentado en París desde hacía unos 14 años. Había participado en un 'reality' de cocina, un tipo normal a ojos de todos hasta que su pasión por el alcohol acabó delatándole. Podría ser el mejor guión de ficción para una serie de Netflix, si no fuera porque K. fue detenido el pasado 21 de julio sospechoso de preparar una "acción de desestabilización" de los Juegos Olímpicos de París y tener vínculos con los servicios secretos rusos.

Para entender la historia que ha destapado el periódico francés Le Monde, hay que remontarse al 8 de mayo, cuando K. fue a tomar un avión en Estambul dirección París en un estado de completa embriaguez y la compañía le denegó el embarque. En un arranque de ira, llama por teléfono a su superior, alguien de los servicios de inteligencia rusos, y le cuenta que "los franceses van a celebrar una ceremonia de inauguración inédita".

La llamada despertó todas las alarmas de los servicios secretos de Francia, que empezaron a investigar y fue hace unos días cuando le detuvieron en su casa y encontraron información sensible que le relacionaba con el Kremlin. "Creemos firmemente que iba a organizar operaciones de desestabilización, injerencia y espionaje en nuestro país", afirmó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en BFMTV.

Varios sospechosos detenidos

A principios de junio, un ruso-ucraniano de 26 años fue "acusado de asociación criminal terrorista" tras quemarse gravemente mientras fabricaba una bomba en su habitación de hotel cerca del aeropuerto parisino de Charles de Gaulle. 

Los servicios de inteligencia también detuvieron el pasado martes a un joven de 18 años acusado de planear un atentado terrorista a tan solo tres días de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos. El arrestado, calificado como radicalizado, fue detectado por la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) debido a varios mensajes publicados en las redes sociales.

Este jueves, de nuevo, los servicios de inteligencia detenían a otro joven de 18 años sospechoso de colaborar con el arrestado detenido el martes por querer llevar a cabo un "plan de acción violenta" contra de los Juegos.

Pero las actuaciones policiales no han tenido lugar solo en suelo francés. Este jueves las autoridades belgas detuvieron a siete sospechosos de planificar un ataque terrorista, y aunque no detallaron si estaba relacionado directamente con los Juegos Olímpicos, sí que la Fiscalia informó que estaba "parcialmente relacionado" con el inicio de los Juegos de París.

Una ceremonia histórica bajo amenaza

Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, la ceremonia no se llevará a cabo dentro de un estadio si no que lo hará recorriendo el río Sena, uno de los más importantes de Francia. Un desafío estructural pero también de seguridad, en un país en alerta máxima antiterrorista. Es por eso que las autoridades han desplegado un dispositivo de seguridad inédito con 45.000 agentes y militares, incluidos cerca 1.500 policías extranjeros. 

Un despliegue por tierra, río y aire. Este viernes, el Gobierno francés clausurará la autopista principal que rodea la capital francesa y se cerrará el espacio aéreo durante toda la ceremonia de los Juegos Olímpicos, porque en un país en alerta, cualquier precaución es poca.