Atentado terrorista

La Fiscalía alemana decreta prisión para el presunto autor del atentado de Solingen e investiga sus vínculos a EI

El autor confeso del ataque, que se entregó anoche a la policía, había llegado a Alemania como refugiado en 2022

El autor confeso del atentado de Solingen es trasladado en helicóptero a Karlsruhe para ser interrogado por el fiscal general.

El autor confeso del atentado de Solingen es trasladado en helicóptero a Karlsruhe para ser interrogado por el fiscal general. / ULI DECK / DPA / AP

Gemma Casadevall

Gemma Casadevall

La Fiscalía General alemana decretó el ingreso en prisión del sirio de 26 años que se ha confesado autor del atentado terrorista a cuchilladas de Solingen, mientras se investigan sus vínculos con el Estado Islámico (EI), la red yihadista que anoche se atribuyó la autoría. El detenido había entrado en Alemania en 2022 y quedó el sábado detenido como presunto autor del ataque a cuchilladas contra una fiesta popular en que murieron tres personas y quedaron heridas otras ocho, cinco de las cuales de gravedad.

Se sospecha que su propósito era “matar al mayor número posible de personas que, desde su perspectiva, son infieles”. Con ese objetivo, apuntó con su cuchillo y lo clavó "directamente al cuello, a la espalda y al pecho" de los asistentes la llamada "Fiesta de la Diversidad", según un comunicado de la Fiscalía. Anteriormente se había avanzado que la investigación está "analizando intensamente" su participación en el atentado.

Al detenido se le investiga por los presuntos delitos de asesinato triple, intento de asesinato múltiple y militancia en EI. Ha sido identificado por los medios alemanes como Issa al H., recibía protección subsidiaria desde 2023 por proceder de una región en guerra. Las autoridades no tenían hasta ahora indicios de comportamientos radicales o conexiones con el yihadismo.

Según el semanario "Der Spiegel", el sospechoso debería haber sido entregado en junio 2023 a Bulgaria, país por el que ingresó en territorio de la UE y al que correspondía su acogida por el Acuerdo de Dublín. Las autoridades búlgaras dieron luz verde, pero cuando iba procederse a su entrega desapareció de su centro de refugiados. Expiró el plazo previsto para su expulsión y obtuvo la protección subsidiaria.

Estas informaciones comprometen a las autoridades de Interior, por sus reiteradas promesas de agilizar los procesos de expulsión, especialmente de refugiados radicalizados. En el primer trimestre del año se ejecutaron 6.300 expulsiones, un aumento de un tercio a efectos interanuales. Pero es una cifra baja, siendo que hay 243.000 órdenes de expulsión. La gran mayoría no son viables por razones humanitarias, burocráticas o porque el país receptor los rechaza. Desde la oposición conservadora se ha instado al gobierno del canciller Olaf Scholz a detener de inmediato la acogida de refugiados sirios y afganos.

Scholz acudirá este lunes a Solingen, donde durante este domingo se han sucedido las concentraciones en recuerdo de las víctimas. En el ataque murieron dos hombres de 67 y 56 años, así como una mujer también de 56 años, todos ellos de la región de Renania del Norte-Westfalia, donde se encuentra Solingen. Las cinco personas que quedaron heridas de gravedad están ya fuera de peligro.

El sensacionalista diario 'Bild' afirma que, antes de lanzarse a cuchilladas sobre la multitud concentrada en la "Fiesta de la Diversidad", había gritado 'Allah Akbar' (Alá es grande), según declaró un testigo presencial a la policía.

El atentado se produjo la noche del viernes y a la mañana siguiente se detuvo a un adolescente de 15 años y procedente de Kirguistán, residente en una casa de acogida. Se le imputa no haber denunciado los planes del atentado. Dos mujeres alertaron a la policía de que el joven se había encontrado poco antes del ataque con su autor, quien le contó sus propósitos. Un comando del cuerpo especial de la policía SEK irrumpió horas después en otro centro de refugiados, donde se localizó el arma, un cuchillo de cocina, según el diario "Bild", y se detuvo como posible testigo a otro sirio.

Ropa manchada de sangre

El presunto autor se entregó a una patrulla policial poco antes de la medianoche de sábado a domingo. Llevaba la ropa sucia y manchada de sangre, ya que supuestamente había permanecido más de 24 horas oculto en un patio.

El atentado de Solingen ha sacudido Alemania en medio de la alarma creada por el incremento de los delitos, agresiones y ataques con arma blanca. El Gobierno de Scholz había anunciado ya un plan para prohibir su porte en la vía pública, mientras desde la oposición conservadora se reclama más contundencia en la expulsión de refugiados u otros migrantes irregulares que hayan delinquido o radicalizado.

Todo esto ocurre a una semana de las elecciones regionales en dos estados del este del país, Turingia y Sajonia, donde los sondeos apuntan a que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), defensora de la vía más dura contra el asilo y las expulsiones masivas de los irregulares, quedará en primera posición.

Para Solingen, la matanza del viernes es otro trauma, que sigue al impacto por los atentados racistas de 1993. Cinco mujeres turcas murieron entre las llamas, en un ataque incendiario contra su casa perpetrado por cuatro neonazis. Para muchos alemanes, el nombre de Solingen sigue remitiendo hasta ahora al que por entonces fue el peor atentado racista de la Alemania moderna.