Rusia denuncia el primer ataque de Ucrania con misiles de largo alcance contra una instalación militar

Este martes el Ministerio de Defensa de Rusia denunció que Ucrania atacó territorio ruso con misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense. Este ataque se produjo después de que el presidente Joe Biden diese luz verde a la utilización de estos proyectiles fuera de las fronteras de Ucrania. Según el parte de guerra publicado por agencias de noticias rusas como TASS, cinco misiles fueron derribados por complejos Pantsir y S-400, mientras que los restos del sexto cayeron en el recinto de una instalación militar en la región fronteriza de Briansk, donde provocó un incendio que fue rápidamente apagado y no se hubo ni heridos ni fallecidos.

Las autoridades rusas informaron que el disparo fue a las 03:25 hora local (01:25 hora peninsular española). "Sus fragmentos (del misil) cayeron en el territorio técnico de una instalación militar en la región de Briansk, provocando un incendio, el que fue rápidamente extinguido. No hay heridos ni daños" expresó el Ministerio de Defensa en el comunicado. Este es el primer ataque registrado con misiles de largo alcance desde que Biden dio permiso el pasado el domingo pasado a la utilización de los ATACMS estadounidenses para atacar objetivos dentro de Rusia, lo que ha abierto a las fuerzas ucranianas un nuevo abanico de potenciales operaciones, debido a que estos misiles tienen un radio de alcance de hasta 300 kilómetros. Además este lunes, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, declaró que algunos países de la UE también han autorizado el uso de sus armas para ataques en el interior del país euroasiático.

Subida de tensión

Esta autorización desde Washington despertó la indignación de Moscú, que se posicionó en contra de dicha medida y la consideró una forma de "echar más leña al fuego". Este martes como respuesta modificó la doctrina nuclear nacional como respuesta al permiso estadounidense a Kiev, contemplando nuevos escenarios que justificarían el uso de las armas nucleares rusas como ataques en territorio ruso por parte de países apoyados por potencias nucleares. Este sería el caso de Ucrania, que recibe apoyo de países como Estados Unidos, Reino Unido y Francia, todos ellos con arsenal nuclear.

Previamente Rusia desde el inicio de la guerra en Ucrania ha acudido a sus aliados para fortalecer sus posiciones, aumentar su arsenal o para encontrar alternativas económicas. El caso más paradigmático es Corea del Norte, que ha enviado a sus soldados para luchar junto a Moscú en el frente ucraniano, algo que surge del acuerdo militar que firmaron ambos países recientemente. Además Rusia ha buscado el apoyo de otros países afines como Irán, que le vende drones suicida; Bielorrusia que aceptó tener en su haber armas nucleares rusas para protegerese; y diferentes países que le ayudan a burlar las sanciones como es el caso de Turquía, India y los países de Asia Central. Especialmente estos últimos han aumentado exponencialmente el comercio con los países de la Unión Europea ejerciendo de intermediarios.