La oposición convoca a tomar las calles de Venezuela por tres días

El objetivo es «dejar claro al mundo que ese Fraude Constituyente no tiene ningún tipo de legitimidad» y que el proceso es «absolutamente fraudulento»

28 jul 2017 / 22:34 h - Actualizado: 28 jul 2017 / 23:36 h.
  • El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ayer en Caracas. / Efe
    El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ayer en Caracas. / Efe

La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó ayer a todos sus partidarios a atrancar todas las calles y avenidas del país en una actividad denominada la Toma de Venezuela, durante tres jornadas, desde el viernes hasta el domingo, el mismo día de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente.

«Hacemos el llamado al pueblo de Venezuela a que nos preparemos para una jornada intensa que no finaliza, pero que si lo decimos desde ahora para que nos preparemos, será continua de calle y protesta viernes, sábado y domingo», dijo en rueda de prensa el coordinador nacional de Voluntad Popular (VP), Freddy Guevara.

El objetivo de esta actividad, explicó el cooordinador de VP, es dejar «claro al mundo que ese Fraude Constituyente no tiene ningún tipo de legitimidad y que ese proceso es absolutamente fraudulento».

La actividad se iniciará mañana a las 12.00 horas (16.00 GMT), en el mismo tiempo en el que empieza a correr la prohibición del Gobierno para las reuniones, concentraciones y manifestaciones públicas, como medida de seguridad por el proceso electoral del domingo.

Restaurar la democracia

Se trata de «tomar todas las calles y vías principales del país hasta restaurar la democracia», explicó junto a Guevara el también diputado opositor Jorge Millán.

Guevara también ofreció un balance de la huelga general que iniciaron el miércoles y que concluirá mañana a las 6.00 horas, acatada hasta el momento, dijo, en un 90 %.

La protesta de mañana es la última y una de las mayores manifestaciones anunciadas por la MUD hasta el momento para intentar detener la Constituyente, un proceso que debe culminar con la elaboración de una nueva Carta Magna y es visto por la oposición como un intento de «consolidar la dictadura» por parte del chavismo gobernante.