Nadie podía imaginarse lo complejo que iba a ser el miércoles 7 de diciembre para la Hermandad de los Panaderos. Como bien se informó a través de los medios locales de comunicación nuestra ciudad, la capilla de San Andrés, sede canónica de esta corporación penitencial del Miércoles Santo, apareció con unas pintadas en las puertas del templo, cuyas cerraduras, además, fueron también bloqueadas para impedir su apertura al culto. Sin duda, no fue un día fácil para ninguno de los cofrades de esta hermandad, y especialmente para su hermano mayor, Ángel Corpas, que amablemente atendió la llamada de La Recogía de El Correo de Andalucía para intercambiar algunas impresiones ante lo sucedido.
Imagen de la capilla de los Panaderos este miércoles por la mañana.
«La primera información la recibo por parte de nuestro propio hermano y capiller, Jesús Morales, cuando éste llega como cada mañana a la capilla y, además de la pintada, comprueba que no puede introducir las llaves en ninguna de las cerraduras». Fue a partir de ese momento cuando la cofradía de la calle Orfila se pone en contacto con la empresa que le gestiona el seguro, la cual «ha cubierto los desperfectos provocados en las cerraduras, cambiándolas por unas nuevas», si bien en el caso de las pintadas, «hemos de agradecer la predisposición de la delegación del Distrito Casco Antiguo, con Juan Carlos Cabrera al frente, que envió un equipo de limpieza para retirar la pintada de la puerta, acción que se llevó a cabo en torno a las cinco y media de la tarde».
Así mismo, Corpas reconoce que tiene muy claro que estas pintadas no han sido realizadas por personas ajenas a la iglesia o pertenecientes a movimientos contrarios a la misma, sino que tristemente son individuos allegados o cercanos a nuestro ámbito, «aunque no los considero cofrades, porque alguien que lo sea de verdad no acomete este atropello que no tiene ningún sentido», lanzando al aire el hermano mayor panadero una pregunta retórica: «¿Qué se gana privando a los hermanos y devotos de rezar a nuestras imágenes titulares y al Santísimo Sacramento, reservado en el sagrario de nuestra capilla? Absolutamente nada».
Bloquearon todas las cerraduras del templo.
Por otra parte, aunque el perfil de los responsables de esta fechoría quede casi claro que es el que ya se ha señalado, Ángel Corpas afirmó a este periódico que sí tiene la seguridad en su pensamiento de que «estas pintarraqueadas nada tienen que ver con la situación que se está produciendo en la reordenación del Miércoles Santo, a pesar de que haya quien halla querido verlo así, pero yo estoy seguro de que no guarda relación alguna», de hecho, «los hermanos mayores del día, y hasta otros que lo fueron, se han puesto en contacto conmigo interesándose por lo sucedido, ya sea con una llamada o con un mensaje de WhatsApp». Del mismo modo, Corpas afirmó que estos hechos ya han sido denunciados ante la Policía Nacional, habiéndose abierto ya la investigación. Ante las preguntas realizadas por nuestro medio, el hermano mayor de los Panaderos nos confirmó que «hay establecimientos en la calle Orfila con cámaras de seguridad que graban también lo que ocurre fuera de los locales en cuestión, no sólo en su interior», por lo que «es muy probable que pueda localizarse al autor o a los autores de este acto vandálico», salvo que fuesen muy bien camuflados como para no ser reconocidos.
Ángel Corpas quiere transmitir tranquilidad y sosiego a sus hermanos y a los cofrades en general. Igualmente, sobre lo que se leía en el escrito de la puerta, comentó que «cada persona hace su lectura, pero en lo que a mí respecta, puedo confirmar que nuestra hermandad no comete fraude alguno, porque las cuentas se aprueban unánimemente en cabildo general, ahora bien, a lo mejor hay alguien defraudado, que no es lo mismo, con nuestra forma de hacer las cosas, y es una opinión respetable, lo que no es lícito es deteriorar el mobiliario de la capilla ni alterar el orden con esta acción».