Cattoni hizo un canto a la Luz en el Pregón del Cofrade

La Candelaria celebró, como cada Jueves de Pasión, este acto en San Nicolás

Juanma Labrador jmlabradorj /
31 mar 2023 / 11:35 h - Actualizado: 31 mar 2023 / 11:37 h.
"Cofradías","Cuaresma 2023"
  • Cattoni hizo un canto a la Luz en el Pregón del Cofrade

La Iglesia de San Nicolás de Bari fue un auténtico hervidero de emociones. El periodista Antonio Cattoni regresaba a los atriles en la noche del Jueves de Pasión 30 de marzo, y lo hacía pronunciando el Pregón del Cofrade, uno de los más antológicos de nuestras cofradías y el último que se celebra antes de que veamos los primeros nazarenos. Ofreció el compañero de Canal Sur Radio una disertación con hondura, sentida y emocionante, con la ironía igualmente que le caracteriza pero, también, con la sinceridad que le define. Y allí estuvo hasta el arzobispo emérito, monseñor Asenjo, que no quiso perdérselo. Musicalmente intervino la Banda de la Cruz Roja, interpretando «Procesión de Semana Santa en Sevilla» y «Candelaria».

Cattoni hizo un canto a la Luz en el Pregón del Cofrade


Al hablar de la Pasión de Cristo, afirmó que «Isaías ya fue pregonero sin chaqué ni croquetas en el congelador», reconociendo que «la ciudad está preparada para manifestar que Dios es amor». Pero el principal elemento vetebrador del pregón de Cattoni fue la luz, la misma que irradia precisamente la Candelaria, por ello el pregonero dijo que «estamos al borde de la luz, a ella os llamo, ¡vente a la luz, sevillano!», ya que «la luz es el mensaje» de esta Semana Santa, la misma que brilla en los ojos de la Esperanza de Triana, en el nombre de la Estrella en San Jacinto, en los faroles de San Roque, en el Postigo cuando pasa la Caridad del Baratillo...

Cattoni hizo un canto a la Luz en el Pregón del Cofrade


La poesía tampoco estuvo ausente, manejando a la perfección los endecasílabos: «Primicia de lo que veré algún día, / al abrir esa puerta necesaria, / fiesta de luz, sencilla, algarabía, / crisol de la memoria extraordinaria, / alúmbrame de ti, Virgen María, / muchacha nazarena, Candelaria». Evocó aquellos pregones imposibles de El Llamador, y tuvo un recuerdo muy especial para Juan Antonio Garmendia, y en su texto también estuvo presente Pepe «el Planeta», fundador de la Hermandad de la Candelaria, y la leyenda de la enfermedad de su hija que dio origen a la corporación por haber sanado tras rezar al Señor de la Salud, cuando realmente fue al revés, la niña se curó, pero la cofradía ya se había constituido. Sobre la propia figura del cofrade, Cattoni señaló que «el cofrade es uno con su hermandad», reconociendo que «sin ellos, sin los cofrades, nada de lo que se va a producir sería posible».

Cattoni hizo un canto a la Luz en el Pregón del Cofrade


Cada vez que el pregonero se dirigía al público, invocaba a los presentes como «hijos de la Luz», esa Luz que, anoche, ya presidía ese palio que nunca termina de ponernos de acuerdo sobre si es azul o es verde agua su terciopelo. Evocó a otras hermandades, teniendo un guiño muy especial para el Cerro «que cumple tantos años en la calle como yo en la Semana Santa». La radio también fue protagonista de esta disertación y todo lo que por ella se narra en estos días santos. Y no faltó tampoco un canto a la Hermandad del Silencio, la Madre y Maestra.

Cattoni hizo un canto a la Luz en el Pregón del Cofrade


El texto tuvo la medida exacta, tres cuartos de hora que parecieron menos, dejando con la miel en los labios, como sabe hacer Cattoni las cosas, resaltando en los compases finales de su intervención la rotundidad de su mensaje: «¡Sevillanos, tenéis la Luz, os la entregaron!, la habéis guardado como el perro que esconde el hueso para comérselo después». Y animaba a los asistentes a reencontrarnos con nuestra Semana Santa: «Hijos de la luz, salid a las calles y los rincones de la ciudad, en la que va a entrar Jesús sobre una burra; lo veréis maniatado, preso, azotado, solo, sufriente, crucificado y muerto», indicando que «la ciudad es la luz y la hija predilecta, de esa misma claridad de la que nace y la arrebata, que viene de lo alto, ansiosa por tomarla», rematando la faena con estos esplendorosos versos:

«Ved la luz del hombre
y la mujer, la que lleva
claridad antigua y nueva
confundidas en su nombre,
traed corazones que alfombren
entre el verdor un pasillo,
qué gozo de plata y brillo,
qué gloria ya centenaria
al cruzar la Candelaria
los Jardines de Murillo».