Concluye la restauración del manto de la Soledad de San Lorenzo

Las labores se han desarrollado durante poco más de medio año en el taller de CYRTA

Detalle de la restauración del manto.

Detalle de la restauración del manto. / Juanma Labrador

Juanma Labrador

Los profesionales Pablo Portillo y Pablo Pérez del taller de CYRTA, empresa especializada en conservación y restauración de tejidos antiguos, han concluido después de seis meses la restauración del portentoso manto de salida de la dolorosa de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, una interesantísima obra del patrimonio cofradiero sevillano que fue bordada entre 1867 y 1875 por Josefa Antúnez. Esta intervención, por cierto, ha sido financiada con los fondos de la subvención que concedió en su momento la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Con anterioridad, han actuado sobre esta prenda tanto los talleres de Guillermo Carrasquilla en 1954 y como el de Charo Bernardino en 1988.

En este manto puede admirarse la presencia de dos partes bien diferenciadas, que pudieran ser consecuencia de la realización en dos momentos distintos o a una concepción inicial de esta hechura. Se distinguen las vistas delanteras, con piezas de mayor tamaño, sobre todo en las esquinas y la decoración a base de pequeñas flores y hojas. Estos elementos ornamentales siguen el estilo imperante en la época de los mediados del XIX, en donde las piezas bordadas se individualizan, presentando aún poco realce y utilizando una gran variedad de flores.

En la parte central destaca la presencia de cinco soles, o piezas circulares formadas por rayos alrededor de un círculo y a su alrededor un dibujo más sencillo a base de hojas sueltas, mientras el perímetro entrelaza diversas hojas de gran tamaño a través de finos tallos rodeados a su vez de más hojas pequeñas.

El hermano mayor y el mayordomo de la Soledad con los restauradores del manto en CYRTA.