Pepe Cataluña, Hermano Mayor de la Hermandad de la Sed de Nervión, ha atendido esta mañana a los medios de comunicación para informar de primera mano todo lo acaecido el pasado fin de semana, cuando les llegó la noticia de que habían sufrido un robo en la casa hermandad.

Tras esta breve intervención, los medios allí presentes han elaborado todo tipo de preguntas acerca de los hechos. Podemos destacar el agradecimiento por parte de Pepe Cataluña al antiguo Hermano Mayor de la Corporación, Javier Escudero: “Gracias a su trabajo en la elaboración del libro del cincuenta aniversario, en el que catalogó muchas de las piezas que componen todo el ajuar de los titulares, nos va a servir para poder distribuir toda la información sobre dichas piezas e intentar recuperarlas”.

De todo lo robado, según señala el Hermano Mayor, lo más valioso ha sido el barquito de la Virgen de Consolación, el cual estaba hecho con multitud de joyas de la gente del barrio, que lleva oro y cristal de roca. También sustrajeron las potencias del Cristo de la Sed, un puñal de oro y varias joyas.

Ha resaltado el máximo representante de la Corporación del Miércoles Santo, que hay varias piezas que tienen menos valor económico pero su pérdida ha sido muy sentida. Se refería al pectoral del Cardenal José María Bueno Monreal, y al pectoral del Cardenal Carlos Amigo Vallejo. La primera de estas tenía un especial valor sentimental, ya que fue entregada por el Cardenal en la fundación de la Hermandad y era signo de que la Iglesia de Sevilla apoyaba la creación de la Corporación: “Esa cruz es todo para nosotros”, aseguraba Abelardo Martín de la Vega, consiliario segundo de la Hermandad.

En todo momento actuaron siguiendo las indicaciones de las autoridades

“El hecho de mandar tan rápido el inventario de las piezas y las fotografías fue porque, según la Policía, esto nos podría ayudar a que se pudieran identificar”, para que así cualquier persona en cualquier lugar de España pudiera reconocer estas piezas. “He recibido el apoyo de un sinfín de ciudades de España; Cuenca, Zaragoza, Murcia, Valencia, Madrid y todos me decían ‘comparte’, así que no dudamos en hacerlo”, argumentó Pepe Cataluña.

Parte de la Junta de Gobierno allí presente ha mostrado en que tienen la esperanza de que encontrar las piezas, ya que, al estar difundidas esas imágenes por todo el país, cualquier joyero u orfebre que las reconozca, y teniendo la información de que son objetos robados, puedan ponerse en contacto con las autoridades.

Un robo de película

El Hermano Mayor ha indicado que ha podido ver las grabaciones de las cámaras de seguridad, y en ellas se pueden observar “como mínimo, dos personas que iban encapuchados y con máscaras”. Aún así, se sospecha de que pudiese haber una tercera persona en el exterior de la casa hermandad, que probablemente actuaría de receptor del botín.

Con más detalle, Pepe Cataluña ha explicado cual fue el modus operandi de los ladrones: “Escalaron hasta el balcón de la planta superior y rompieron los barrotes de la reja, que da acceso al despacho donde se encontraba la caja fuerte. Acto seguido la cogieron y la tiraron por el balcón para que estallase y poder así abrirla, quedando un boquete en el suelo a causa del impacto”.

Puede que esta sea una de las causas que dieron lugar al robo, ya que hubo un primer intento de entrar en la casa hermandad a la una de la mañana, en la que saltó la alarma y las cámaras comenzaron a grabar “el sistema de seguridad cumplió con su función, que era ahuyentar a los ladrones”, asegura Juan de las Cuevas, teniente de hermano mayor de la Cofradía.

Tras saltar la alarma, no llegó el aviso a la central de la empresa de seguridad, que debía haber avisado a la Hermandad y a las autoridades para que fuesen a ver que ocurría en ese momento. Tras ello, los ladrones aprovecharon que ya no era tan efectivo el sistema de seguridad para intentar entrar por segunda vez a las cinco de la mañana, esta vez con éxito.

La Junta de Gobierno ya ha solicitado un informe a la empresa de seguridad para que les den una explicación de lo que ocurrió aquella fatídica noche pero “a día de hoy todavía estamos esperando a que nos digan algo”, aseguró el teniente de hermano mayor.