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EFE/ Raúl Caro
La Basílica de la Macarena de Sevilla ha abierto sus puertas con normalidad este jueves tras ser exhumados durante la madrugada los restos de Queipo de Llano, su esposa, Genoveva Martí, y Francisco Bohórquez, con la zona donde estaban las tumbas cubierta con una alfombra y acotada al paso.
Según han informado fuentes de la hermandad, las puertas han abierto a las 9 de la mañana, como todos los días, y nada más entrar a la izquierda, donde estaban las tumbas del general y su esposa, se ha colocado una gran alfombra, además de acotar el paso con una cinta horizontal.
Por el momento, seguirá así, a la espera de que se acometan las obras necesarias para tapar por completo las dos fosas.
A las 2.20 horas eran sacados los restos mortales del general Gonzalo Queipo de Llano, responsable de 45.000 fusilamientos, del lugar de honor en el que estaba enterrado en la Basílica.
Junto a los restos de Queipo de Llano, el vehículo portaba los de la esposa del general, enterrada en la misma iglesia, en cuya puerta algunos familiares aplaudieron al paso del coche fúnebre.
Poco antes de la medianoche, a las 23.51 del miércoles, otro coche fúnebre sacó del templo los restos de Francisco Bohórquez Vecina, auditor de guerra y responsable de la ejecución de sentencias con aplicación de bando de guerra, enterrado también en la basílica sevillana.
Las exhumaciones se han hecho en cumplimiento de la nueva Ley de Memoria Histórica y Democrática, que entró en vigor en octubre de este año y establece que "los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público".