La Hermandad de los Dolores de Torreblanca ha celebrado este lunes 27 de junio cabildo general de elecciones, concurriendo dos candidaturas, la encabezada por el actual hermano mayor, Miguel Ángel Sevillano Muñoz, que optaba a continuar en el cargo tras acceder al mismo en 2020 a partir de la renuncia de su antecesor, Manuel Castillo López, del que el propio Sevillano era su teniente, y la de José Manuel Romana Díaz, que ya presidiese la hermandad entre 2014 y 2018, resultando elegida la del primero con un importante respaldo. En esta corporación, la decana del Sábado de Pasión, los mandatos tienen una duración de cuatro años.
Las urnas permanecieron abiertas dos horas, de las 21 a las 23 horas, momento en el que comenzó el escrutinio, que arrojó el siguiente resultado: de los 412 hermanos que acudieron a votar, 259 apoyaron a Sevillano y 151 a Romana, registrándose uno en blanco y otro nulo. Curiosamente, la participación fue considerable, ya que podían ejercer su derecho al voto poco menos de mil hermanos, por lo que la asistencia fue elevada.
Miguel Ángel Sevillano Muñoz es miembro de esta corporación desde los inicios de la misma, siendo actualmente el número 72 en su nómina. Formó parte del Centro Cultural Inmaculado Corazón de María, uno de los movimientos que dio lugar a esta hermandad. Hasta 2018, año en el que accedió al cargo de teniente de hermano mayor, formó parte de la cuadrilla de hermanos costaleros del paso de María Santísima de los Dolores. En anteriores juntas de gobierno ocupó el cargo de secretario. Como ya se ha indicado, en junio de 2020 pasó a ser hermano mayor, haciéndose cargo de la hermandad en plena pandemia, circunstancia que no ha significado ningún impedimento para continuar con la vida de ésta.
Bajo el mandato de Sevillano se han realizado varias actuaciones en el apartado patrimonial, destacando el estreno del nuevo libro de reglas, el guión de los donantes, las jarras del paso de palio o la creación de la comisión artística para los trabajos de mejoras del paso de misterio. También ha desarrollado el nuevo plan de formación de las hermandades y asociaciones del arciprestazgo Aeropuerto-Torreblanca, se han recuperado relaciones con varias corporaciones como San Francisco Javier, el Carmen de San Gil, el Sol o el Divino Perdón. Por último, cabe destacar la labor de caridad, llevada a cabo con un trabajo dedicado mayoritariamente a colaborar con las actuaciones de la comunidad parroquial de San Antonio de Padua, comedor y Cáritas, así como el notable esfuerzo para mejorar el desarrollo de las donaciones de sangre.