Un dardo de Pasión directo al corazón de Sevilla

El Correo TV celebró la segunda edición de su gala cofrade reconociendo a tres ilustres de la tierra: el orfebre Juan Borrero, el poeta Pascual González y la hermandad de Torreblanca

05 abr 2017 / 00:53 h - Actualizado: 05 abr 2017 / 00:55 h.
"Cofradías","Cuaresma 2017"
  • Uno de los momentos más espectaculares de la noche: la actuación de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana. / Jesús Barrera
    Uno de los momentos más espectaculares de la noche: la actuación de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana. / Jesús Barrera
  • La periodista Carmen Prieto, junto a Víctor García-Rayo. / J.B.
    La periodista Carmen Prieto, junto a Víctor García-Rayo. / J.B.
  • Antonio Morera Vallejo, en un instante de su intervención. / J.B.
    Antonio Morera Vallejo, en un instante de su intervención. / J.B.
  • El presidente editor del grupo de El Correo de Andalucía, Antonio Morera Vallejo, junto a la cantante onubense Ana de Caro. Tras ellos, los integrantes de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana. / Reportaje gráfico: Jesús Barrera
    El presidente editor del grupo de El Correo de Andalucía, Antonio Morera Vallejo, junto a la cantante onubense Ana de Caro. Tras ellos, los integrantes de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana. / Reportaje gráfico: Jesús Barrera
  • Álex Ortiz, durante su actuación en el escenario de Fibes. / J.B.
    Álex Ortiz, durante su actuación en el escenario de Fibes. / J.B.
  • Tres componentes del grupo Almorada interpretaron sevillanas de Pascual González. / J.B.
    Tres componentes del grupo Almorada interpretaron sevillanas de Pascual González. / J.B.
  • La cantante Ana de Caro, durante una saeta. / J.B.
    La cantante Ana de Caro, durante una saeta. / J.B.
  • El presentador de la gala, Víctor García-Rayo, habla sobre el reconocimiento de la Fundación Biagio Agnes. / J.B.
    El presentador de la gala, Víctor García-Rayo, habla sobre el reconocimiento de la Fundación Biagio Agnes. / J.B.
  • Víctor García-Rayo y Pascual González se funden en un abrazo. / J.B.
    Víctor García-Rayo y Pascual González se funden en un abrazo. / J.B.
  • El concejal de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, en un instante de su intervención en la gala. / J.B.
    El concejal de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, en un instante de su intervención en la gala. / J.B.
  • La actuación de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana. / J.B.
    La actuación de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana. / J.B.
  • García-Rayo entrega el corazón de La Pasión a uno de los dos miembros de la cuerda de la Orquesta Sinfónica de Triana que acompañaron a la banda de las Tres Caídas. / J.B.
    García-Rayo entrega el corazón de La Pasión a uno de los dos miembros de la cuerda de la Orquesta Sinfónica de Triana que acompañaron a la banda de las Tres Caídas. / J.B.
  •  PASCUAL GONZÁLEZ. Premio a las artes.
    PASCUAL GONZÁLEZ. Premio a las artes.
  • JUAN BORRERO. Premio a la trayectoria
    JUAN BORRERO. Premio a la trayectoria
  • HERMANDAD DE TORREBLANCA. Premio a la labor social.
    HERMANDAD DE TORREBLANCA. Premio a la labor social.

Hace algún tiempo que Sevilla carga con el sambenito de haber olvidado a quienes han hecho de ella una ciudad amada en medio mundo. Pero la Semana Santa y sus cofradías siempre terminan saliendo al rescate. Un salvavidas de fe que ayer alcanzó la orilla de la justicia. Solo hizo falta inyectar un dardo de pasión directo al corazón de los sevillanos para que la tierra de los deslices acabara tributando el homenaje merecido a tres de sus ilustres que se han dejado el alma por predicar un evangelio que tiene en Sevilla a su particular tierra santa.

En la infinita trabajadera de la memoria estaban todos puestos: los versos nacidos por la Calzá, los cinceles de la filigrana alfarera y los litros de sangre y vida que la generosidad anónima habían regalado sin pedir nada a cambio. Todos puestos, esperando la llamá definitiva. Fue un capataz de las esencias, el periodista Víctor García-Rayo, quien los colocó sobre las tablas de un auditorio de Fibes con alma de palcos de la Plaza para recibir el sí quiero de una ciudad que les debía el reconocimiento a una trayectoria impagable, siempre con las hermandades en el centro de sus días. Y lo más importante, disfrutándolo en vida.

Allí estaban todos. Pascual González, el poeta de la sevillanía, que recibió el premio a las artes; Juan Borrero, el genio de los piropos de orfebrería, reconocido por su trayectoria; y los centenares de hermanos de la hermandad de Torreblanca que han donado en sangre toda la humildad que no cabía en sus bolsillos y que fueron galardonados por su impagable labor social. Los tres recogieron los premios concedidos por el programa cofrade La Pasión de El Correo de Andalucía Televisión que celebraba la segunda edición de su gala cuaresmal. Un espectáculo en el que la música, los sentimientos, los recuerdos y la apuesta por Sevilla se convirtieron en la mejor venia para vivir una víspera de tan solo tres días, antes de ver este Viernes de Dolores a los primeros nazarenos por las calles del barrio de Pino Montano.

Como en todo aquello en lo que se pone al corazón por delante, la emoción se convirtió en la invitada de excepción de la noche. Fue difícil contenerla en el momento en el que el teatro se puso en pie para dar las gracias a Pascual González, que sin voz pero con el alma llena entregó un papel a García-Rayo para que lo leyera en su nombre. «Ya he comenzado a hablar. Sé que los milagros no existen pero yo tengo a la Señora de Sevilla de centinela». Y acabó con la que es su oración de cabecera. «Dios te salve, Sevilla». Poco más que añadir. O no, porque las sorpresas no acabaron ahí y los tres componentes del grupo Almorada salieron al escenario para interpretar cuatro de las sevillanas más clásicas del homenajeado. «Yo salgo el Martes Santo de penitente...». Emoción a raudales que, como la bulla de un paso de palio, ya no se podía contener.

La misma que nació en el momento en el que José Manuel Romana, hermano mayor de Torreblanca, llamó al escenario a dos de sus antecesores, Manuel Santizo y Luis Miguel González, para que le acompañaran al recoger el premio a la comprometida labor social de su corporación. La suya fue la misma emoción que acompañó a las saetas del sevillano Alex Ortiz, pura emoción en su garganta, y de la joven onubense Ana de Caro, que encogió en un suspiro al público con una saeta de raza dedicada al Señor del Gran Poder. Emoción y también sonrisas, como las que provocó la naturalidad mostrada por un Juan Borrero sin palabras y con mucho sentido del humor al recoger su galardón. «¿Qué quieres que te diga, Víctor? Si es que hoy no me he traído las gafas», bromeó con el presentador.

Y entre tanto, y con el público entregado a lo que veía, llegaron las emociones inesperadas. A García-Rayo, bandolero que dispara cada semana al corazón de Sevilla, le pagaron con su misma moneda. Y sí, acertaron de pleno. Su ciudad, «la más bonita del mundo», su inseparables escuderos Manuel Esteban y María Mena, y su banda de música de las Tres Caídas de Triana –sinfonía que hiló la gala– le devolvieron todo el cariño entregado en estos años. Primero con una ovación, «porque él solo se merece el premio a las artes, la trayectoria y la obra social y porque se parte el corazón por todo el que le pide ayuda», dijo Esteban. Y luego, con un cuadro en el que se aunaba su amor por el Cristo de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza y que le hizo entrega uno de sus grandes amores, su hijo Coke, el pequeño. Ahí ya no pudo más y sus ojos lloraron más con el alma que con la razón. Tocado y feliz.

Rodeado por la marinería de la calle Pureza, el director de la banda, Julio Vera, tomó el atril para recordar aquel 17 de agosto de 2011, «el día en el que el tiempo se paró solo por un instante: el que fue desde que se paró su corazón –el del propio García-Rayo– hasta que la Virgen de la Caridad le dio vueltas para volver a ponerlo en marcha». Ahí la emoción se desbordó en un río de recuerdos que inundó Fibes para lo que quedaba de noche. Se notó en las dos últimas composiciones que tocó la banda. Primero Caridad, acompañados por dos músicos de cuerda de la Orquesta Sinfónica de Triana. Luego sonó La Esperanza, pieza medida con la que poner el broche de oro a una gala en la que no dejó de estar presente.

Tampoco cuando se dio a conocer el dispositivo que El Correo de Andalucía pondrá en marcha esta Semana Santa. Lo contó sobre el escenario Carmen Prieto, una de las coordinadoras del periódico, que presentó el programa de mano, el número de abril de la revista Más Pasión y el suplemento del Viernes de Dolores que está a punto de cumplir 60 años. También en el momento en el que se hicieron públicos todos los puntos de retransmisión de la televisión. Campana, Plaza de San Francisco, Cuesta del Bacalao, Salvador y Cuesta del Rosario y la calle Adriano repetirán como siempre. Y sumarán un quinto punto: la plaza del Altozano. Todo con el anuncio de última hora de la retransmisión en directo de la salida y la entrada de la hermandad de la Macarena en la Madrugá. Así lo atestiguó poco después el presidente del grupo Morera & Vallejo, Antonio Morera Vallejo, que recordó «la gran labor» que está haciendo El Correo de Andalucía «desde la humildad». «Somos generosos y por eso vamos a permitir que todos los enfermos, quienes están fuera de Sevilla o quienes viven aquí puedan vivir todas las emociones de la Semana Santa. Porque cada vez que se es generoso, la providencia nos lo devuelve multiplicado por cuatro».

Las últimas palabras de la noche fueron las del delegado municipal de Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, «un señor que tiene un cargo político y al que no le importa decir lo que siente», dijo de él García-Rayo. En nombre de «la ciudad» quiso agradecer «el esfuerzo» de El Correo de Andalucía por contar una Semana Santa «que ya no se entiende sin esta televisión». También quiso felicitar a todos los galardonados, tres ejemplos, dijo, «de todo lo bueno que tiene esta ciudad».

Pero el punto y final lo puso Triana y su música. La de una banda de las Tres Caídas que sonó como la misma gloria y que regaló interpretaciones únicas de La Pasión, Silencio Blanco, La Fe o Al cielo con el rey de Triana. Pura emoción puesta al servicio de una Semana Santa que en nombre del programa La Pasión tocó las entretelas del alma. La de los tres premiados, la de las lágrimas de Víctor García-Rayo y las del corazón de Sevilla.