El anuncio masivo por parte de muchas empresas que se ven obligadas a realizar ERTE afecta a las marcas que tienen fábricas en nuestro territorio. Esta detención brusca del comercio va a suponer un frenazo en las cifras de ventas de coches que ya tiene repercusión en la producción.

Una de las primeras marcas en dar a conocer las primeras medidas era Ford, que el domingo 15 de marzo anunció que a partir del día 16 detenía su producción en la planta de Almusafes (Valencia), donde fabrica el Kuga. Su intención inicial era parar la producción durante tres días (del 18 al 20), pero la decisión final ha sido aplicar el cierre durante toda la semana. En su comunicado, Ford también informaba de que hasta el momento habían dado positivo en coronavirus tres empleados y que habían tomado las medidas necesarias para el conveniente aislamiento de los trabajadores.

Volkswagen también hizo su anuncio el mismo día 15, en relación a la planta de Navarra (donde fabrica el Polo y el T-Cross), en este caso hasta nuevo aviso 'ante la imposibilidad de garantizar la salud de los trabajadores' y debido a la falta de medios con que contaban para mantener la producción en el propio turno en que hacían público el comunicado.

Ya el lunes 16, el grupo PSA, al que pertenecen las marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel, extendió el anuncio de cierre a todas sus plantas europeas, lo cual incluye las sedes de Madrid, Vigo y Zaragoza. En Madrid se fabrica en exclusiva mundial el Citroën C4 Cactus, en Vigo llega a un total de 10 modelos de las diferentes marcas y en Zaragoza el Citroën C3 Aircross, el Opel Corsa y el Crossland X.

Sevilla es una de las ciudades afectadas por el anuncio de Renault, que el día 16 comunicó que detenía la producción, además de en la capital andaluza, en Palencia y Valladolid. A esto suma la presentación de un ERTE por 'causa de fuerza mayor' que tiene efecto desde el miércoles 18 de marzo y que durará hasta que finalice el estado de alarma.

Por último, Nissan también se ha sumado al grupo de fabricantes que cesa la producción, en este caso en sus instalaciones de Zona Franca, Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca (Cataluña) 'para garantizar la salud de sus empleados y ante las dificultades logísticas y productivas provocadas por el COVID-19'. Nissan Motor Ibérica lleva a cabo un ERTE sobre la parte de su plantilla (de unos 3000 empleados) que no pueda teletrabajar.