Si la equidistancia es no servir a ningún tipo de violencia, si es alejarse de posiciones radicales que destruyen todo lo que tienen alrededor, Manuel Chaves Nogales hizo un ejercicio de equidistancia memorable escribiendo «A sangre y a fuego. Héroes, bestias y mártires de España». Todo carácter peyorativo que contenga esa palabra desaparece de inmediato en un prólogo magnífico. En cada uno de los relatos de este volumen, la pluma de Chaves Nogales se ancla ala sensatez, a la prudencia, al amor por su país y al rechazo contundente de ideologías extremistas y tóxicas.
Millones de españoles formaron eso que se llamó ‘la tercera España’. Ni fascismo, ni comunismo. Y a millones de ellos les colocaron en una de esas españas peleonas, paletas y brutales que nos llevaron a un conflicto terrible.
Para entender qué fue esa ‘tercera España’ y el desastre que supuso la Guerra Civil española, el prólogo de este libro se convierte en un elemento imprescindible. Debería ser lectura obligatoria en los institutos y colegios españoles.
Los relatos hablan de la Guerra Civil, en concreto de lo que le pasa a las personas que se encuentran un buen día acorraladas por los ejércitos, por los abuses, por las delaciones, por las proclamas absurdas y por el miedo. Chaves Nogales elige momentos y acontecimientos reales para describir cómo, por ejemplo, Durrutí campó a sus anchas por el Levante español durante un tiempo o cómo los terratenientes salían a ‘cazar rojos’ como si fuera una montería.