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Actualizado: 23 jun 2020 / 18:03 h.
  • Detalle de la portada de ‘Atticus, el niño difícil’. / El Correo
    Detalle de la portada de ‘Atticus, el niño difícil’. / El Correo

¿Se puede entender el mundo de un niño sin atender a sus fantasías o a sus sueños? ¿Escuchan los adultos a los niños y niñas que demandan un momento de atención? ¿Son capaces los padres de ver más allá de sus narices o creen que ‘el mundo’ es ‘su mundo’? ¿Saben apreciar los padres los peligros que corren sus hijos cuando inventan historias en los que aparecen, por ejemplo, monstruos salvajes?

«Atticus, el niño difícil» es un libro escrito por Michael Sussman e ilustrado por Júlia Sardà; un libro que deben disfrutar padres, madres, hijos e hijas. Un fino humor tirando a negro, enormes cantidades de ironía, y un guion muy divertido, son las razones que convierte en inexcusable ese momento de disfrute. Tanto adultos como jóvenes (a partir de los 10 años) podrán empatizar con alguno de los personajes y se verán arrastrados hasta territorios en los que la reflexión se impone.

El mundo imaginario de Atticus es absolutamente real. Todo lo imaginario es más real que la propia realidad. Y eso se refleja de maravilla en las ilustraciones de una inspirada Júlia Sardá. Detallista, extraordinaria en la expresividad, económica y capaz de crear un mundo extraño en el que Atticus y cualquier persona de su edad pueda hacer uso de la imaginación y de su capacidad detectivesca. La paleta de colores de Sardà reviste de seriedad el universo que construye aunque, al mismo tiempo, deja entrever desde el primer trazo que todo es una enorme broma que Atticus tiene que vivir para podernos hacer entender.

Atticus en un muchacho normal y corriente. Sus padres también lo son. Pero todo lo complica el no mirar las cosas con los ojos muy abiertos (cosas de padres), la falta de comunicación y de empatía (más cosas de padres) y poner etiquetas sin ton ni son (el remate de los padres). ¿Cómo acaba esto? ¡Atticus es un niño difícil! Aunque el lector puede remediar el entuerto.

Sussman nos invita a indagar en el interior de un niño; Sardà nos indica con su trazo delicado y exacto cómo es la mirada de un niño, cómo es eso que tenemos delante y no sabemos ver.

Impedimenta acierta de lleno con esta apuesta.

Calificación: Espléndida. Motivo de debate entre padres e hijos.

Tipo de lectura: Amena. Rápida.

Tipo de lector: De 10 años en adelante.

¿Dónde puede leerse?: Junto a papá y mamá.

«Atticus, el niño difícil» o por qué los padres no entienden a los niños