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Actualizado: 17 abr 2016 / 09:43 h.
  • Don Quijote
    Detalle de la portada de Don Quijote. / El Correo
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    Una de las páginas del cómic Don Quijote todavía en inglés. / El Correo
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    Viñeta del cómic. / El Correo
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    Portada completa del tebeo Don Quijote. / El Correo

El Quijote, la obra más grande de la historia de la literatura, ha sido convertida, traducida o versionada, utilizando todo tipo de lenguajes artísticos. Películas, cuadros, series de televisión, versiones operísticas y cómics.

Don Quijote, firmado por el dibujante y guionista Rob Davis y traducido por José C. Vales, fue publicado por primera vez el año 2012. Se ha reeditado hace muy poco tiempo.

El primer inconveniente llega con la primera traducción con la que se trabaja. Davis lee en inglés la obra de Cervantes y, tras dibujar las viñetas que entiende como necesarias, entrega a José C. Vales el trabajo para que este traduzca al castellano. Un viaje de ida y vuelta. Vales intenta recurrir al texto original y, además, procura que el lenguaje se adapte a los tiempos actuales sin que pierda vigor ni esencia narrativa. El resultado, sin ser malo, deja en el camino buena parte de eso, de la esencia de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Es verdad que la historia es la misma a pesar de las mutilaciones que sufre el texto original y es verdad que la lectura del tebeo resulta entretenida, pero no deja de ser una especie de resumen ilustrado. Esto es algo normal cuando alguien se enfrenta a una novela de la envergadura de esta de Miguel de Cervantes Saavedra.

En concreto, la segunda parte en la que los personajes aparecen luciendo todas las aristas, los claros y las sombras, queda plana y sigue la estela de la primera. Esto es, sencillamente, un error monumental.

No estoy seguro de que el grafismo sea el más adecuado. Aunque Davis juega con el color buscando expresar los diferentes estados de ánimo de los personajes, aunque juega con el diseño de la página buscando elevar la importancia de lo narrado, todo va del realismo inapropiado a la caricatura excesiva; apareciendo, ese transito, más veces de lo necesario, como una brusquedad incomprensible para el que conoce la novela.

Dicho esto, conviene aclarar que este cómic es una forma amable y divertida de acercarse por primera vez al Quijote. Los jóvenes que llegan hasta la obra a destiempo o los adultos que no saben cómo enfrentarse a esa espina que llevan clavada en su reputación como lectores, pueden encontrar un primer anclaje con este tebeo.

Calificación: Interesante.

Tipo de lectura: Fácil.

Tipo de lector: Nada exigente.

Argumento: Aventuras y desventuras.

Personajes: Parecidos a Alonso Quijano y Sancho.

¿Dónde puede leerse?: En un lugar de la Mancha.