«El descenso» (Asylum Piece, 1940) es un libro de relatos firmado por una de las escritoras más fascinantes de la historia contemporánea de la literatura. Y se agradece que, ahora, Navona Editorial nos acerque la obra.
No son textos fáciles los que componen la obra, se buscan entre sí en los personajes, en alguna idea recurrente o en la imagen poética que rasga un mundo ordenado por la apatía o la imposibilidad de una sonrisa. Los relatos que se juntan en este volumen son un diario de viaje de alguien que va de lo que conocemos como cordura a eso que llamamos locura o inestabilidad emocional o crisis nerviosa o como sea.
La escritura de Anna Kavan (nació en Cannes y se llamaba, entonces, Helen Woods) es asequible en apariencia aunque esconde rasgos que la complican. Lo que no tiene nombre desencaja el entendimiento del lector, la paranoia arrastra a lugares inexplorados y complejos, las apariciones (ciertas o fingidas, recordadas o inventadas) se convierten en inquietantes siempre. A eso hay que sumar la habilidad de Kavan para hipnotizar al lector que busca eso que nunca será entregado salvo que el esfuerzo busque bajo lo dicho, en los silencios.
Muchos de estos relatos son autobiográficos y, lógicamente, conocemos cómo era Anna Kavan para la propia Anna Kavan, una chica pelirroja siempre malhumorada.