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Actualizado: 01 oct 2019 / 14:02 h.
  • Anna Kavan. / El Correo
    Anna Kavan. / El Correo

«El descenso» (Asylum Piece, 1940) es un libro de relatos firmado por una de las escritoras más fascinantes de la historia contemporánea de la literatura. Y se agradece que, ahora, Navona Editorial nos acerque la obra.

No son textos fáciles los que componen la obra, se buscan entre sí en los personajes, en alguna idea recurrente o en la imagen poética que rasga un mundo ordenado por la apatía o la imposibilidad de una sonrisa. Los relatos que se juntan en este volumen son un diario de viaje de alguien que va de lo que conocemos como cordura a eso que llamamos locura o inestabilidad emocional o crisis nerviosa o como sea.

La escritura de Anna Kavan (nació en Cannes y se llamaba, entonces, Helen Woods) es asequible en apariencia aunque esconde rasgos que la complican. Lo que no tiene nombre desencaja el entendimiento del lector, la paranoia arrastra a lugares inexplorados y complejos, las apariciones (ciertas o fingidas, recordadas o inventadas) se convierten en inquietantes siempre. A eso hay que sumar la habilidad de Kavan para hipnotizar al lector que busca eso que nunca será entregado salvo que el esfuerzo busque bajo lo dicho, en los silencios.

Muchos de estos relatos son autobiográficos y, lógicamente, conocemos cómo era Anna Kavan para la propia Anna Kavan, una chica pelirroja siempre malhumorada.

«El descenso»: Viaje al centro del tormento

Destaca el cuento que da nombre al volumen. En «El descenso» comprobamos cómo los enfermos recluidos en un sanatorio viven esa realidad. Ellos y sus familiares. Es la zona expositiva del libro en la que el lector acompaña a los personajes hasta sus infiernos, hasta esos lugares que se convierten en cárceles perpetuas, esos mundos habitados por monstruos irreconocibles.

Resulta muy interesante comprobar cómo los personajes de los relatos de Kavan van dibujando enemigos, peligros, recuerdos confundidos con la verdad. Resulta desalentador saber que la literatura de Kavan está tan cerca de la realidad de miles de personas.

El libro es especialmente interesante desde el punto de vista creativo puesto que la técnica de la autora, sin ser un ejemplo de virtuosismo, resulta más que eficaz. Escritura fácil para hacer literatura compleja y profunda.

La traducción de Ainize Salaberri es estupenda.

Calificación: Muy bueno.

Tipo de lectura: Hipnótica. Sencilla en apariencia aunque pide a voces una segunda lectura para saborear los silencios o lo no dicho.

Tipo de lector: Cualquiera.

Argumento: El mundo es una jaula de la que no se puede huir fácilmente.

¿Dónde puede leerse?: A las puertas de un sanatorio.