La realidad es dual. Eso lo sabe Jacinta Escudos y es lo que lleva hasta las últimas consecuencias en este libros de relatos. Si el hombre es bueno y malo; equilibrio e insensatez; o belleza y horror; esta autora salvadoreña no duda en poner a sus personajes rozando la fantasía, en territorios que permiten cualquier cosa que un ser humano puede llegar a imaginar para que una mujer se convierta en un hombre, para que el amor pueda ser una constante en la vida del mismísimo diablo o para que el amor de Medusa nos enternezca lejos de causarnos pánico.
El libro de relatos de esta estupenda escritora es fascinante, demoledor con lo rutinario o con lo estereotipado de la realidad; es una mirada clara a la zona de los sueños que se convierten en algo propio de la realidad para que podamos acceder a ella con herramientas contundentes.
Destacan, «Días del fin» (el fin del mundo convertido en unas horas que mecen con tanta violencia como esperanza, en los que el recuerdo que tengamos de nosotros mismos nos convierta en seres inmortales), «Muerto al lado de mí mismo» (la realidad paralela como escenario alternativo) y el relato que da nombre al libro «El diablo sabe mi nombre» (el amor del diablo en pleno apogeo). Pero en todos encontramos imágenes poderosas, una poética en busca de la verdad literaria y un esfuerzo por ensanchar la realidad con eso que creemos que no existe y que, sin embargo, invade todo lo que somos, con los sueños, con la imaginación, con lo imposible.