Me gusta ver llover en Madrid. Por muchas razones aunque la principal es porque siempre me gusta imaginar cómo se van a separar las nubes y van a dejar colarse unos primeros rayos de sol. Una ciudad recibiendo la primera luz se convierte en un espectáculo sin posible comparación.
Dentro del Fernán Gómez de Madrid, mientras diluviaba sobre la ciudad, se abrieron ese par de nubes con forma de corchea para dejar pasar la luz que enciende la música jazz, algo tan acogedor que arrastró al público asistente hacia ese resplandor. Sin remedio.
Eliane Elias; cantante, pianista y compositora brasileña; hace un jazz que se fusiona con ritmos brasileños de forma casi natural. Es una música muy creativa y muy influenciada por Bill Evans y la forma de interpretar de ese genio del jazz. Ella misma lo definió como su «primer amor del jazz». Es una excelente instrumentista aunque, a decir verdad, no se puede decir lo mismo de su voz. Aunque escuchar cómo canta resulta agradable, Eliane Elias se instala en los tonos menos comprometidos y no arriesga nada intentando un registro algo más alto, o más bajo, que pudiera ir bien con el tema interpretado. Eso sí, cuando hace música con su piano, la cosa cambia. Improvisa bien, el fraseo que construye es más que interesante y sugerente, imprime un nivel reflexivo en cada compás mucho mayor del que pudiera parecer en una primera impresión.