Me llegan retapados la mar de cucos en formato y presentación. Tomitos llenos de historias cortas, con multitud de autores y muy buenas ideas.
Cuento o relato, o cómo queráis llamarlo; muy variados y que no exigen de mucho tiempo para sacar un rato de lectura y disfrutarlos.
El Café París, de V.V.A.A. Páginas: 177. PVP: 17 Euros. Anima Ignis Ediciones
Se anuncia como una novela coral y en cierta manera lo es ya que sus quince relatos actúan a modo de episodios. No es tanto que mantengan una argumentación lineal como que logran un conjunto sólido y coherente. Cada uno de estos apartados se titula como el nombre de su protagonista, y está narrado por un escritor distintos. Los personajes se cruzan, interactúan entre ellos y dan a conocer al lector cómo llegaron al Café París, que es escenario y también otro protagonista.
El conjunto es de corte realista, con toques de tremendismo, de costumbrismo, crítica social y toques de romance o de anecdotario histórico. En el Café Paris de Madrid la gente se enamora, haya nuevas o oportunidades o se reencuentra consigo mismo. Es un local secreto, u espeakeasy con esos toques de clandestinidad que no deben faltar para generar ese ambiente: la música de jazz en vivo, el humo, la cueva del hombre lobo que es sólo para iniciados, los reservados...
Antonie es el anfitrión, con sus extravagancias de jipi loco y reciclado, pero aquí podéis conocer las vidas de un pianista ciego, de una viuda que espera la muerte con poesía, de dos mujeres que descubren allí el amor que sienten la una por la otra, de un mendigo que no siempre lo fue o la de una chica que vino de Galicia para acabar vendiendo su cuerpo y compañía.
¿Veis? No hay más épica que la corriente y quizás por eso se hace real y conmueve.
Distintos niveles de calidad y de estilo; me ha gusta do en especial Fernando Codina con su Meo Harlem, Carmen Ruiz con Madame Coñac, y Beatrzi Jaramillo con Sara.
Una idea original de Jorge J. Coello que actúa de coordinador para esta propuesta de la cooperativa de escritores Anima Ignis.
Lista de relatos y de autores:
«Juliette», de Laura Zein.
«Moe Harlem», de Fernando Codina.
«Ana» , de Ana Mafé.
«Claire», de Fanny Bolivar Martos.
«Leila», de Bibi Kleem.
«Jimena, de Jeny Arenas.
«Lorite», de Miryam Sáez.
«Madame Coñac», de Carmen Ruiz.
« Carlos», de Mayte Sapena.
«Santiago», de Charlie Talancon.
«Sara», de Beatriz Jaramillo.
«Vega», de Jessica Levisa.
«Aleksander», de Sasha Cuadra.
«Andrea», de Mixou Marlo.
«Antonie», de Jorge J. Coello.
Aquello que mordisquea mis zapatos, de Athman M. Charles. Páginas: 98. PVP: 3,95 Euros. Athnecdotario incoherente
Por cuatro euros tenéis esta encuadernación casi en formato minilibro( 8º mayor- 17x12 centímetros), que es una monada estética con diseño, maqueta y portada de William E. Fleming.
Lo integran veintiocho relatos, casi microcuentos algunos por su extensión y otros algo más que reflexiones por su falta de argumento. Estos últimos son ejercicios de estética, pensamientos hilados por el léxico o simples apuntes de ideas.
Hay otros que sí esconden una historia como «A dios rogando» o «Retroceso».
Contiene frases muy buenas y en sus párrafos se esconden sinopsis para historias mucho más elaboradas. No es una recopilación amable ya que los textos se engloban dentro del género de terror, muy variado este ya que hay algo de sobrenatural, algo del que puede generar las propias personas o el mundano que se puede encontrar en nuestra vida que no contempla eso de “riesgo cero”.
Todo tan oscuro como clara es su camisa, pero igual de bonito y atrayente en su dureza y crueldad.
Merece la pena reeler varios de estos cuentos de Athman:
«Prólogo».
«Arte macabro».
«Calles de lluvia».
«Cerrad las ventanas».
«Cristales rotos cercenan tu cuerpo».
«Desnudo bajo la lluvia».
«El niño del columpio».
«El hombre del bosque».
«Camina descalzo en el barro».
«Aquello que mordisquea mis zapatos».
«El sueño de un hombre».
«La calle».
«Fundido a negro».
«Jaula acolchada».
«La noche me ampara».
«Bala de plata».
«La puerta».
«La tierra».
«Nada».
«Noche sin luna».
«Perro apaleado».
«Puta».
«Retroceso».
«Última amante».
«Un destello brillante».
«A Dios rogando».
«Esencia humana».
Muy recomendado.
Dark West, de V.V.A.A. Páginas: 245 P.V.P: 16 Euros. Suseya Ediciones
Selección de catorce textos a cargo de Sergio Fernández y Aitor Heras para esta recopilación temática que me ha resultado muy divertida. No de risa, que alguna tiene, es que es entretenidísima y juega muy bien con lo mejor que tienen los libros de relatos y que no es otra cosa que no saber qué te vas a encontrar en el siguiente. A ver, aquí si lo espera porque la temática general es la del lejano oeste, escenario que a mí me encanta, pero con toques de terror y misterio, que a mí me chifla.
Me ha gustado mucho la idea del revivido hematófago de la Croix. La afición por la decapitación de García Santos me está pidiendo adaptar su historia viñetas. Y esta frase de C. Millan: “Los revólveres Colt de Little Ray vomitaron una lluvia de fuego al igual que sucediera en Dodge City”, ya me tiene ganada.
Es gore lúdico, weird western bien hecho. Contiene, muy bien utilizados, todos los tópicos y clichés que se puede esperar del subgénero . De verdad que lo he gozado, tanto que casi me he olvidado de los pequeños errores de maqueta y ortotipográficos. Mucha acción y sobresaltos, este me lo voy a leer otra vez cuando tengo vacaciones.
«Prólogo», de Raul Montesdeoca.
«La escalera del infierno», de J. J. Lucas,
«Los demonios de Fort Temblee», de Juan Miguel Gutiérrez de la Solana Sánchez.
«Mequetrefe», de Javier Martos.
« Espectros, de Rain Cross.
«Todo vuelve», de Aitor Heras.
«Sacamantecas», de Vidal Fernández Solano.
«El corazón del mal», de Fabián Moreno.
«Malas tierras», de Rubí Giráldez González.
«Ishna Wicca», de Noa de la Croix.
«El pacto de la media docena», de José Antonio García Santos.
«El vaquero del diablo», de Fernando Codina.
« El bueno, el feo y el japo», de Pablo C. Millán.
« El silencio», de Joan Álvarez Durán.
« El oro de Clifford Roy», de Óscar Navas.
Portada de Raúl Rodríguez Fernández, detallitos chulos en las propias planas y en las fuentes, todo por dieciséis pavos muy bien invertidos y que además repercutirán en fines solidarios.
El Touche, número 0, abril 2022, de V.V.A.A. Páginas: 64. P.V.P: 5 euros. Altolibros Editorial
Esta revista se pondrá a la venta el día 15 de este mes. Promete periodicidad mensual y, como explica Javier Jiménez Barco en el mini reportaje que hace las veces de prólogo, se inspira directamente en lo Penny Dreadfuls, y los folletines impresos del XIX y el Pulp del XX.
Mantiene además cierta estética de homenaje a sus referentes al incluir ilustraciones y fotos, a modo de pequeña portada, miniatura o detalle en cada uno de los textos ofrecidos.
La temática es muy variada pero mantiene el punto de unión de ser argumentos fantásticos. También rompe con cualquier monotonía en forma y podemos encontrar guiones, seriales, epístola o el recurrente cuento corto autoconclusivo. No son todas composiciones originales ya que aprovechan para refrescar historias de firmas eternas como, en este caso, la de Dumas.
Los hay de corte de terror clásico, detectivescos, suspense, ciencia-ficción, un popurrí al que os invita el inquietante el Tunche, el turbador señor de la oscuridad de la selva amazónica en este menú:
«El eterno delirio de la noche más larga», de MaDOt.
«Fénix y las cenizas», de Ángel Gimeno.
«La última línea», de Frantz Ferentz.
«La bófeta da Carlota Corday», de Alexandre Dumas.
«Expósito: Secuestradores espaciales», de J.M. Gran.
«Una tarde cualquiera tras el Apocalipsis», de Adriano.
«On/off», de Michael O´Read.
«Tríceps», de Ricard Millàs.
«The uncanny black pizza», de Myke Babylon.
Están abiertos a recibir textos, además de reservar en sus páginas espacio para publicidad. También han preparado una oferta para suscriptores anuales Portada de Adriano para este proyecto muy loco, original y atractivo de Mariano Gamo.
Hala, no os quejareis de variedad. A ver qué os cuento la semana que viene. Lo que sí sé es que será en La Cara Oculta.