Las comunidades autónomas invierten en sanidad una media de 1.370 euros por habitante y son varias las regiones que superan esa cantidad, sobre todo País Vasco que destina 1.710 euros por cada ciudadano, 557 euros más que Andalucía, que se encuentra a la cola con 1.153 euros.
La sanidad es un asunto que suele estar presente en los discursos electorales, no importa si los comicios son municipales, autonómicos, generales o europeos y es que esta materia se sitúa en la quinta posición del "ranking" de las principales preocupaciones de los ciudadanos, según barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del pasado 9 de mayo.
El gasto sanitario público en 2017 -último dato conocido en la estadística de la web Ministerio de Sanidad- alcanzó los 68.483 millones de euros (el 5,9 % del PIB), con un desembolso per cápita de 1.472 euros, una cifra ligeramente superior a las de los últimos años, que se situaron en 1.436 euros, en 2016; 1.415, en 2015; 1.332, en 2014; y 1.320 euros, en 2013.
El sector de las comunidades autónomas ha sido el responsable del 92,7 % total del gasto, con 63.494 millones de euros; las mutualidades de funcionarios, del 3,1 %; la Seguridad Social, del 2,4 %; la Administración central, del 1 %; y las corporaciones locales, del 0,9 %.
El 44,3 % de los casi 64.500 millones de euros se ha originado en tres comunidades autónomas: Cataluña (con 10.330 millones de euros), Andalucía (9.692 millones) y Madrid (8.121 millones).
La Rioja (444 millones), Cantabria (850 millones) y Navarra (1.030 millones) son las que han contado con el gasto más bajo en valores absolutos.
La cosa cambia cuando se tiene en cuenta el gasto sanitario en relación a la población y es ahí donde el País Vasco ocupa el primer lugar con 1.710 euros por habitante, seguida de Asturias (1.625 euros) y Navarra (1.608 euros).