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Actualizado: 10 nov 2016 / 08:00 h.
  • La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, defendió ayer el proyecto de presupuestos. / E.P.
    La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, defendió ayer el proyecto de presupuestos. / E.P.

El Proyecto de Ley de Presupuestos de Andalucía para 2017 superó ayer, gracias al apoyo de C’s al PSOE, tres enmiendas a la totalidad de PP, Podemos e IU, que pedían retirar estas cuentas y rehacerlas por completo. Para el PP, son unas cuentas «continuistas» y «sin transparencia» que no aprovechan la recuperación económica ni apuestan por cambiar el modelo productivo. Para Podemos e IU, el Gobierno andaluz del PSOE se «derechiza» y se entrega a «políticas neoliberales» rebajando impuestos sobre todo a las clases altas y poniendo así en riesgo el sostenimiento de los servicios públicos.

La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, fue la encargada de defender unas cuentas que ascienden a 33.239 millones de euros y prevén un crecimiento económico del 2,3 por ciento del PIB e impulsar la creación de 85.000 empleos que «pueden aumentar». Y lo hizo presumiendo de que Andalucía es una de las cuatro comunidades que han aprobado su Proyecto de Presupuestos en tiempo y forma entre la inestabilidad política del resto y del propio Gobierno central. La investidura de Mariano Rajoy como presidente gracias a la abstención del PSOE dio munición a Podemos e IU cuando Montero les acusó de que muchas de sus reclamaciones son competencia estatal, como la renta básica que reclamó la portavoz Podemos, Carmen Lizárraga, que garantizó el apoyo de su grupo al presupuesto si la incluía, y la del del PP, Carmen Crespo. «¿Ustedes se comprometen a que el PP pone en marcha la renta básica en el Congreso?», le replicó Montero.

«No tienen credibilidad», le espetó el líder de IU, Antonio Maíllo a la consejera cuando instó a todos los grupos a ir de la mano a pedir para reclamar un nuevo modelo de financiación autonómica.

Fue común la crítica al diálogo exclusivo con C’s para pactar las cuentas. La consejera defendió que sea «interlocutor preferente» por haber apoyado en 2015 la investidura de la presidenta Susana Díaz. Antes de la sesión plenaria, PP y C’s se reprocharon mutuamente que el diálogo que abrieron sus respectivos líderes en septiembre no ha tenido continuidad.

Montero y la portavoz del PP, Carmen Crespo –afónica– se enzarzaron a cuenta de la crítica popular a la «demagogia» socialista sobre la apuesta de la Junta por sostener las políticas sociales «a pulmón» frente a los recortes estatales. «No venga a darle un mitin a la Cámara porque esté en la carrera de su ceder a la presidenta», dijo Crespo.

En su defensa de las cuentas andaluzas, la Junta tuvo en el líder de C’s, Juan Marín, un gran aliado, que sacó pecho de que sus exigencias han sumado 1.400 millones al proyecto y de la utilidad de su labor «sin pedir sillones a cambio».