Agresiones físicas o verbales o cualquier otro tipo de infracción penal o administrativa motivada por discriminación por razón de sexo u orientación sexual, raza, creencias religiosas y hasta situación socioeconómica. Son los llamados delitos de odio de los que el año pasado se detectaron 297 en Andalucía (de los 1.285 registrados en España) con 274 víctimas y 119 detenidos o imputados por ellos. Andalucía lidera así el lamentable ranking autonómico de este tipo de delitos entre los que son especialmente numerosos los ataques vinculados a discriminaciones por razón de orientación sexual, donde Cádiz se lleva la palma. Así, de los 188 delitos de odio por homofobia registrados en la comunidad el año pasado, 115 se produjeron en esta provincia y 63 en Sevilla, siendo ambas las dos provincias españolas con más casos de este tipo, que en total fueron 513 en todo el territorio nacional.
No es un dato aislado. Cádiz es la segunda provincia española en cuanto a delitos de odio en general, con 132, tan solo superada por Barcelona, con 142. Sevilla es la cuarta, con 80 delitos de odio el año pasado (la tercera es Madrid con 102).
Tras los ataques y agresiones contra personas por su orientación sexual, los delitos de odio más frecuentes –según el informe presentado ayer por el Ministerio del Interior, el segundo que cuantifica este tipo de delitos– son aquellos en los que las víctimas son personas con discapacidad, con 199 casos registrados en todo el país de los que 42 se produjeron en Andalucía. En este caso, las provincias andaluzas con más casos de este tipo fueron Málaga (12) y Córdoba (9).
En plena oleada de terrorismo yihadista, que últimamente centra sus objetivos en víctimas cristianas o incluso judías y con el riesgo de islamofobia que conlleva, los delitos de odio por creencias o prácticas religiosas fueron 63 en España, tres de ellos en Andalucía, concretamente en Córdoba, Málaga y Jaén. El informe de Interior separa los delitos tras los cuales subyace el antisemitismo, con 24 casos en España, tres de ellos en Andalucía (en Huelva, Sevilla y Córdoba).
Por último, están los llamados delitos de aparofobia, que tienen como víctimas a indigentes, mendigos y personas en riesgo de exclusión social. El informe recoge once casos, dos de ellos en Andalucía, concretamente en las provincias de Córdoba y Jaén.