Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal con la detención de 12 personas en Canarias y Andalucía que se dedicaban al tráfico de anabolizantes y el blanqueo de capitales, operando a nivel nacional e internacional.
Las investigaciones comenzaron en el año 2021 en la Comunidad Valenciana cuando los agentes observaron como diversos distribuidores de estas sustancias prohibidas, dedicados al entrenamiento personal, adquirían sustancias dopantes a las que cambiaban el nombre y la población del remitente, así como la compañía donde realizaban los pedidos, según ha informado la Policía Nacional en nota de prensa.
Posteriormente localizaron almacenes de depósito y preparación de envíos de paquetería, así como tres distribuidores a gran escala que estaban ubicados en Gandía (Valencia), así como en las localidades alicantinas de Benidorm y Calpe. En esta primera parte de la operación, en 2021, se detuvo a 16 personas como presuntas implicadas en organización criminal.
Tras esta fase, los agentes centraron su investigación en una ramificación de la organización que operaba como distribuidora en Las Palmas de Gran Canaria.
Esta ramificación, matizan los investigadores, había establecido contactos con un grupo ubicado en Sevilla que importaba sustancias prohibidas principalmente desde Portugal e India.
Además los agentes comprobaron, durante las pesquisas, que la organización criminal estaba "perfectamente organizada, con capacidad y estructura para realizar todas" las fases del tráfico de medicamentos ilegales, adquisición, almacenaje y distribución tanto a nivel nacional como internacional.
Los envíos de medicamentos y otras sustancias prohibidas por parte de la organización se repartían por toda España e incluso por territorio internacional, ya que se habían detectado envíos de anabolizantes a Francia, Italia y Estados Unidos.
La organización criminal utilizaba nombres ficticios que cambiaban constantemente en la recepción y envíos de paquetería en los que ocultaban los anabolizantes, variando también de forma periódica las compañías de transporte utilizadas para que "así resultase difícil" su rastreo.
Asimismo a medida que los agentes detectaban a las personas implicadas en la actividad delictiva, se obtenía también el modus operandi de la organización que empleaba sistemas de pago como 'bizum' y envíos de paquetería que no dejaban rastro.