El Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ha acordado la apertura de juicio oral contra David Serrano, el dueño de la finca donde está el pozo en el que murió Julen, el niño de dos años que cayó en enero de este año en dicha perforación. Además, se le impone el pago de una fianza para asegurar las responsabilidades pecuniarias de 885.300 euros.
Así consta en un auto al que ha tenido acceso Europa Press en el que señala la apertura de juicio oral por un delito de homicidio por imprudencia grave y se acuerda que el enjuiciamiento se celebre en un juzgado de lo Penal, manteniendo la misma situación de libertad del acusado.
En cuanto a la fianza solicitada, en el auto, adelantado por el Diario 'SUR', se indica que en caso de no pagarlas se le embargarán bienes en cantidad suficiente para asegurar la suma señalada, que se establece teniendo en cuenta el escrito presentado por la Junta de Andalucía, personada en la causa como perjudicada, en el que fija en 663.982 euros los daños y perjuicios causados.
En dicho documento, al que ha tenido acceso Europa Press, la Administración andaluza llega a ese presupuesto final de los trabajos de emergencia que se desarrollaron en la zona a causa del rescate, tras la ejecución de las obras en su totalidad y una vez se ha tenido el desglose de las empresas intervinientes y la valoración de estas actuaciones.
La Fiscalía, la acusación particular, en representación de los padres del niño, y la Junta de Andalucía solicitaron la apertura de juicio oral contra Serrano por un delito de homicidio por imprudencia grave. Inicialmente, el ministerio público solicita tres años de prisión, mientras que la representación de los progenitores piden tres años y medio de cárcel.
Tras haberse presentado los escritos de acusación, la jueza considera que debe acordarse la apertura de juicio oral al concurrir "indicios racionales en relación a la perpetración de un delito de homicidio por imprudencia grave".