A pesar de la bajada de producción general de almendra en toda España, según las previsiones para la campaña 2022-2023 que hacen las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, AEFRUSE y varias cooperativas agroalimentarias andaluzas, la cosecha en Andalucía va a rozar las 30.000 toneladas, según las estimaciones que ha realizado el grupo de trabajo de Frutos Secos de Andalucía, que ha calculado en un 11,42% esa reducción en nuestra comunidad. La cosecha en Andalucía es, pese a todo, prácticamente la mitad de la española, que alcanzará las 61.634 toneladas.
El incremento de la superficie en toda Andalucía destinada a la producción de almendra, se compensa la bajada de la producción general como consecuencia de tres motivos: las inclemencias meteorológicas, las restricciones en la dotación de agua por el decreto de sequía en la cuenca del Guadalquivir y la incidencia de enfermedades en el desarrollo del fruto.
En cuanto a la estimación por provincias, Sevilla aporta un tercio de la producción regional, si bien el nivel productivo es inferior al del año pasado. Sevilla producirá 9.000 toneladas, un 13,5% menos que el año anterior. También va a bajar la producción en Granada (8.500 toneladas frente a las 11.000 de la última cosecha), por la falta de lluvias durante todo el año. La disminución de la cosecha será también notable Málaga (un 18,7% menos, con 1.300 toneladas frente a las 1.600 del año pasado) y en Almería (un 25% menos; 3.302 toneladas frente a las 4.442 del año anterior). Cosechas parecidas a las del pasado año serán las de Huelva (se estima recoger 662 toneladas) y Cádiz (583 toneladas).
Más almendras en Córdoba y Jaén
En Córdoba y Jaén sube la producción. Destaca el gran incremento de la superficie productiva en la provincia cordobesa, que alcanza ya las 1.028 hectáreas. Se estima que se cosecharán unas 5.700 toneladas, frente a las 4.749 del año pasado. Jaén, por su parte, presenta la subida más importante, con una estimación de 892 toneladas, un 78% más que el año pasado, lo que se debe a que, en la campaña pasada, las heladas tardías redujeron su producción a la mitad. En todo caso, también cabe señalar que la producción se ha visto afectada por las restricciones de agua recogidas en el decreto de sequía y por la incidencia de enfermedades en el cultivo.