Actualizado: 20 jun 2022 / 04:00
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Lo dijo Juanma Moreno el pasado jueves en una entrevista en Canal Sur Radio: «Aspiramos a la mayoría absoluta». Y así ha sido. Con más del 43 por ciento de los votos y 58 escaños, el Partido Popular gobernará en solitario los próximos cuatro años. El PSOE se hunde y Juan Espadas consigue el peor resultado de la historia del partido en una región que, históricamente, siempre ha sido el gran granero de votos de los socialistas. El ‘Macarenazo’ se quedó en nada y habrá que ver qué hace Olona, pues todavía no renunció a su acta de diputada. La división de las izquierdas ha pasado factura. Ciudadanos se queda sin representación y Juan Marín decide dimitir de sus puestos en el partido, sin descartar seguir en la política.
Los populares llegaban a estas elecciones muy tranquilos porque todas las encuestas le daban una amplia victoria en las elecciones, pero el gran temor era no llegar a conseguir la mayoría absoluta y tener que pactar con VOX. Los últimos trackings que manejaban dejaban entrever que esa mayoría absoluta era posible, pero también mostraban que iba a ser una noche muy larga para los otros dos Juanes: Espadas y Marín. Ambos pasarán a la historia: el primero por cosechar el peor resultado de la historia del PSOE y el segundo por no conseguir ningún parlamentario tras estar cogobernando en esta legislatura.
‘Sorpasso’ en Sevilla
El mapa regional se ha pintado entero de azul. Uno de los datos más llamativos es el ‘sorpasso’ del PP al PSOE en la provincia de Sevilla, su tradicional feudo. La tierra de Felipe González y Alfonso Guerra.
Un dato para comprender la debacle en la provincia: de 103 municipios, 78 están gobernados por el Partido Socialista.
En las elecciones de 2018, el PP fue la cuarta fuerza política más votada, superada por Ciudadanos y Adelante Andalucía. El PSOE consiguió casi el 30 por ciento de los votos. En esta ocasión, el PP es elegido por el 40 por ciento de los sevillanos y el PSOE pierde 3 puntos.
Divide y vencerás
La escisión de Teresa Rodríguez de la unión de partidos de izquierdas ha pasado factura. Por Andalucía, la conjunción de partidos de izquierda con Podemos e Izquierda Unida y encabezada por Inmaculada Nieto, sólo ha conseguido 5 diputados. Teresa Rodríguez, por su parte, sólo consigue dos representantes en la cámara andaluza.
Las izquierdas pasan de copar el 16.91 por ciento de los votos a conseguir sólo 12, similar a lo cosechado por VOX, pero la división les pasa un alto pago y ven reducido el número total de parlamentarios de 12 a 7.
En su discurso, Inmaculada Nieto aprovechó para lanzarle un dardo a Teresa Rodríguez por no ir juntos a las elecciones.
Del ‘Macarenazo’ al ‘Maracanazo’
No hubo baile ni celebración en la sede de VOX. Macarena Olona sólo ha conseguido aumentar en dos el número de representantes en el Parlamento andaluz. Pasa de los 12 que consiguió en 2018 a 14.
La duda ahora es si Macarena Olona se quedará en Andalucía o se volverá a Madrid, pues todavía no ha renunciado a su acta de parlamentaria y ya ha visto que los andaluces no le han dado su apoyo, al menos tanto como pensaban en un primer momento.
La torrija de Marín
Fue el gran vencedor de los debates electorales y dejó para la historia ese chascarrillo sobre las torrijas que le hizo a Macarena Olona.
Ciudadanos, liderado por Juan Marín, no ha conseguido sacar ningún representante. Pasa de 21 parlamentarios a cero, un batacazo histórico.
Los naranjas no han sabido rentabilizar, a diferencia del PP, su paso por el Gobierno de la región.
Juan Marín anunció en la rueda de prensa para analizar los resultados que renunciaría a todos sus cargos dentro de su partido. Tras ver la buena defensa que el sanluqueño hizo al presidente de la Junta en los debates, no es de extrañar que Moreno tire de él para el Gobierno, pues dijo que abandonaba sus cargos orgánicos, pero no descartaba continuar en política.
Más que una victoria en Andalucía
Eduardo Briones / Europa Press
La tremenda victoria de Juanma Moreno no sólo va a significar que vaya a poder gobernar durante los cuatro próximos años con tranquilidad. Moreno se ha convertido en el gran barón de su partido, por delante de Isabel Díaz Ayuso.
Pedro Sánchez, que apoyó a Juan Espadas en algunos de sus actos electorales, ha visto que su presencia en Andalucía no ha servido para nada, puede que haya sido hasta contraproducente. Eso sí, el PP cometería un error si piensa que estos resultados andaluces se repetirán en las generales.
La campaña del presidente de la Junta ha sido muy inteligente, pues ha vendido su imagen personal por encima de las siglas del partido. Tanto es así que muchos votantes tradicionales del PSOE, GAD3 lo estima en más de 200.000, le han prestado su voto. El 43 por ciento de los andaluces que han votado le han dado su apoyo.
Se inician cuatro años en los que Juanma Moreno podrá hacer las transformaciones que ha prometido sin tener que buscar pactos o apoyos parlamentarios. Andalucía ha decidido.
