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Actualizado: 14 dic 2017 / 22:20 h.
  • Susana Díaz participó ayer en la entrega de premios de El Desmarque. / Raúl Caro (Efe)
    Susana Díaz participó ayer en la entrega de premios de El Desmarque. / Raúl Caro (Efe)

La fotografía del 13 de diciembre, la imagen de los expresidentes de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, junto a otros ex altos cargos en el banquillo de los acusados, provocó el terremoto político esperado. Un día importante para empezar a poner luz sobre un asunto que ha llegado calar en la opinión pública hasta los huesos. ERE se ha convertido en un acrónimo en boca de casi todo el mundo, y ha servido para definir una manera de actuar y gestionar los caudales públicos.

Tan señalada fecha, hizo por ejemplo, que el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla, pidiera la palabra en la rueda de prensa previa al Pleno del Parlamento de la tarde para ser él el que hiciera una valoración del caso. Mientras el líder de los populares daba su valoración de la ya multidifundida foto, la coordinadora regional de Podemos, Teresa Rodríguez, pasaba frío en el patio de prensa a la espera de entrar en directo para una televisión nacional. A Moreno Bonilla le esperaba todavía a última hora de la noche una entrevista en una emisora de radio.

Preguntas, respuestas, palabras, pero ninguna de Susana Díaz. «La presidenta muda debe explicar este caso, así como por otros relacionados con las irregularidades y corruptelas vinculadas al PSOE», dijo el líder de los populares. «A partir de hoy comienza una etapa histórica en Andalucía, que nos entristece a todos los andaluces porque no es grato ver a 20 años de gestión socialista sentados en el banquillo, ni a dos expresidentes de la Junta también sentados en el banquillo».

«Hay una relación entre «cómo se han utilizado los fondos públicos para desempleados durante la crisis para tejer redes clientelares», aseguró Teresa Rodríguez. Además aseguró que es una «imagen lamentable ver a 23 años de Gobierno autonómico sentado en un banquillo» y explicó que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en su día llevó a cabo una «entrega a cuenta» tanto a Ciudadanos como a Podemos para ser investida, aunque solo lo lograra con el apoyo del partido naranja, exigiendo a Chaves y a Griñán que dimitieran de sus puestos en el Congreso y Senado asumiendo esa responsabilidad política.

Mientras, el PSOE andaluz exigía al resto de formaciones políticas «respeto absoluto» ante el juicio oral por el caso de los ERE que se ha iniciado este miércoles y no traten de «manipular» o de «politizar» la justicia.

En rueda de prensa, el portavoz del PSOE-A en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, lamentó la «tardanza» en el inicio del juicio oral de los ERE, porque ha pasado mucho tiempo y la justicia tiene que ser «ágil» para que no se alarguen los procesos de la manera en la que se ha alargado este. Exigió al resto de formaciones políticas que sean absolutamente escrupulosas y respeten el proceso judicial que se abierto, de manera que «abandonen la estrategias que estamos viendo de intentar politizar la justicia de manera absolutamente obscena».

IULV-CA consideró que este caso «ejemplifica una forma de actuar del PSOE-A desde el Gobierno de la Junta que le ha valido la consolidación de una red una clientelar muy sólida que se ha llevado por delante el tejido productivo de mayor calidad y de mayor estabilidad en el empleo» en Andalucía.

El presidente y portavoz del grupo parlamentario de Cs en Andalucía, Juan Marín, dijo esperar que la Justicia actúe «con contundencia» sobre los responsables del caso de los ERE y que se aclare qué ha pasado con más de 800 millones de euros «que no sabemos si se utilizaron debidamente».