La quinta ola, al contrario de lo que ocurrió con la cuarta, ha venido para seguir mordiendo con fuerza en Andalucía ahora que el verano alcanza su ecuador. De hecho, la situación es ya la de los peores momentos de principios de febrero. La incidencia acumulada en los últimos 14 días en Málaga, por ejemplo, con epicentro en toda la Costa del Sol, es de 823 casos por cada 100.000 habitantes, una media que casi duplica la de 584 que alcanza ya toda la región. En Sevilla, aunque con la excepción de Granada (452) es la provincia con la incidencia más baja por ahora, los casos se han disparado después de este fin de semana: 966 casos en las últimas 24 horas, mientras que Málaga ha sumado 942.
En cuanto a la tasa de contagios por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, al margen de la citada Málaga, sigue creciendo preocupantemente en el resto de provincias costeras, y no solo. Así, en Huelva –después de que localidades como Punta Umbría o Isla Cristina hayan sobrepasado el umbral de 1.000-, la incidencia es ya de 617 y el crecimiento se antoja exponencial en determinados municipios de la costa. En Cádiz, por otra parte, donde la incidencia es parecida (612), los contagios no solo crecen en municipios costeros como Conil (961) o El Puerto de Santa María (919), sino incluso en pueblos pequeños del interior y de la sierra, como Grazalema (1.142), Olvera (1.103), Torre Alháquime (1.005) o Algodonales (980). En Almería, la incidencia sigue su curso imparable desde hace dos semanas. La tasa allí es hoy de 534. En las provincias del interior, la situación no es mucho mejor. Jaén, con una tasa de 503, y Córdoba, de 575, no logran tampoco frenar los contagios.