Escuelas Católicas de Andalucía (ECA), organización que integra a 400 centros, 16.000 profesionales y más de 260.000 alumnos, representando al 70% de la educación concertada en Andalucía, explica que ha recibido «como un verdadero jarro de agua fría» la publicación de la Guía de Organización del Curso 20-21, la cual establece la instauración en los centros de enseñanza de la figura de un coordinador COVID encargado de la organización, ejecución y seguimiento de las medidas sanitarias directamente relacionadas con la pandemia, así como de la canalización de todos los casos e incidencias con las respectivas autoridades y profesionales sanitarios. Ese coordinador será, en los centros públicos, un profesor al que se liberará de un determinado número de horas de clase para atender estas cuestiones. Sin embargo, «la educación concertada ha quedado completamente excluida de este recurso» denuncia la organización.
La ECA explica «que los vagos compromisos en relación con otras medidas de limpieza e higiénico sanitarias necesarias se han convertido en una exclusión de facto de todo tipo de ayudas para los colegios concertados, en clara discriminación con la educación pública, que sí tendrá una financiación suplementaria».