'Toñi' es un leopardo hembra de Sri Lanza que llevaba 17 años en Bioparc Fuengirola. En unos meses iba a cumplir 19 años pero ha muerto en el centro de conservación malagueño, al que llegó en el año 2005.
Procedente del zoo francés de Liseaux, 'Toñi' nació en septiembre de 2003, por lo que estaba cerca de cumplir 19 años. Esta edad hacía que fuera una de las hembras más longevas del Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) del leopardo de Sri Lanka.
A lo largo de su vida,' Toñi' ha gozado de una estupenda salud. No ha sido hasta una edad avanzada, cuando ha sufrido problemas. Principalmente, una insuficiencia renal diagnosticada hace tres años a la que se le ha sumado una artrosis degenerativa. Esta subespecie de leopardo alcanza los 10 o 12 años en la naturaleza, esperanza de vida que se alarga a los 16 o 17 en zoológicos.
"Es muy frecuente en felinos domésticos y salvajes la aparición de problemas renales con los años. Esto es comprensible viendo la alta edad que alcanzan con buenos cuidados en los zoos. En su hábitat es extraño que un leopardo llegue a tal edad y, por lo tanto, a estas enfermedades no les da tiempo manifestarse. Cuando un depredador como el leopardo no está al cien por cien, no puede cazar y otros competidores disputan su territorio y ganan", explica Jesús Recuero, veterinario y director técnico de Bioparc Fuengirola.
Durante todos los años en los que Bioparc Fuengirola ha sido su hogar, el equipo de Veterinaria y Zoología, en coordinación con los técnicos del EEP de esta especie, han garantizado que 'Toñi' disfrutara de una buena calidad de vida.
Una cojera intermitente despertó las sospechas de que pudiera estar frente a alguna enfermedad. Tras realizar varias revisiones clínicas, el equipo diagnosticó una artrosis degenerativa del codo, un proceso que comenzaba a evidenciarse en otras articulaciones.
Esta misma revisión detectó el fallo en sus riñones. El equipo se volcó más que nunca en sus cuidados e inició un tratamiento con el que mejorar los posibles síntomas que 'Toñi' pudiera experimentar, con el objetivo de que el felino no tuviera ningún tipo de dolor.
"Hemos intentado distintos tipos de tratamiento, pero tras la última revisión observamos que la función de los riñones había empeorado mucho. Una causa directa del agravamiento de su estado de salud general. La artrosis y los problemas renales la fueron debilitando. Sabiendo que estos eran degenerativos por su avanzada edad y sin posibilidad de mejora, decidimos su eutanasia de acuerdo con el programa EEP", indica Recuero.