Alrededor de 10.000 personas mueren cada año en Andalucía por enfermedades relacionadas de forma directa con el tabaquismo, lo que supone nada menos que el 20 por ciento en el total nacional. O lo que es lo mismo, una de cada cinco muertes ocurridas en nuestro país y achacables al tabaco se produce en nuestra comunidad.
Y otro dato igualmente terrible: el 14,66 por ciento de los fallecimientos que se registran en Andalucía son debidas al tabaco. No es, por supuesto, un mal endémico de nuestra tierras, y de hecho el tabaquismo es la causa más importante de morbimortalidad evitable de los países desarrollados, ya que son atribuibles al consumo de tabaco un tercio de las muertes por cáncer, un 31% de los trastornos cardiovasculares en hombres y un 7% en mujeres. Además, se calcula que el 80% de los cánceres de pulmón son provocados por el tabaquismo.
Según los datos de la última Encuesta Andaluza de Salud, Andalucía es la segunda comunidad autónoma con mayor prevalencia de fumadores diarios, sólo por detrás de la Comunidad Valenciana. Pese a que en los últimos años se ha detectado una reducción del número de fumadores diarios entre hombres (actualmente, fuma el 36,8% de los varones), en el caso de las mujeres se sigue observando un crecimiento de más de dos puntos en la prevalencia hasta el 25,2% de fumadoras a diario, lo que supone una feminización del hábito.
Pero es que, además, el tabaquismo se relaciona, según han demostrado los expertos, con más de 25 patologías. Fumar es el principal factor causante de entre el 16 y el 40% de los cánceres: de pulmón (en un 85%), de la cavidad oral (en un 92% de los casos en varones y un 61% en mujeres), de laringe (83%), de esófago (80%) y un largo etcétera.
De igual modo, más del 90% de los casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) están vinculados con el humo del tabaco, por lo demás uno de los principales factores de riesgo cardiovascular.
Más afecciones relacionadas con el tabaco son las que atañen al aparato reproductor: disminución de la fertilidad, complicaciones durante el embarazo, muerte súbita del lactante o bajo peso del bebé al nacer. Y algunas más: la diabetes (el riesgo de desarrollar la de tipo 2 es un 30% más alto para los fumadores) o la degeneración macular, principal causa de ceguera en adultos de 65 o más años.