Un nuevo tipo de aceite de oliva desarrollado por el Grupo de Compuestos Bioactivos, Nutrición y Salud del Instituto de la Grasa (IG), centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla, ha demostrado su utilidad como alimento funcional en la prevención de la Diabetes Mellitus de tipo 2. Se trata del aceite de oliva funcional enriquecido en ácido oleanólico, que ya cuenta con una patente de titularidad compartida entre el CSIC y el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
El estudio demostró que el consumo del aceite de oliva enriquecido en ácido oleanólico puede reducir a la mitad el riesgo de desarrollar diabetes en individuos prediabéticos, es decir, aquellos con la glucemia basal alterada y tolerancia alterada a la glucosa. La investigación ha aparecido recientemente en Diabetes, Obesity and Metabolism.
Castellano explica que este nuevo alimento funcional "incorpora concentraciones terapéuticas de ácido oleanólico natural, obtenido con muy alta pureza a partir de la hoja de olivo, a través de un procedimiento también patentado en 2001 por el mismo grupo". Además de la hoja del olivo, el ácido oleanólico se encuentra en la cutícula de la aceituna; no obstante, solo una pequeña fracción pasa al aceite de oliva durante su elaboración.
Al enriquecer el aceite con mayores cantidades del mencionado ácido, se obtiene un nuevo alimento funcional que abre las puertas a dietas personalizadas para combatir enfermedades crónicas degenerativas asociadas a la obesidad y al envejecimiento, como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, y ciertos tipos de cáncer.