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Actualizado: 18 oct 2021 / 06:45 h.
  • “Depredador IV” de Fernando Baños.
    “Depredador IV” de Fernando Baños.

Desde finales de 1960 y comienzos de los 70, Fernando Baños viene estableciendo un diálogo íntimo que hasta ahora venía siendo intransferible –que no compartido con los que siguen su trayectoria- con una serie de personajes que iban poblando algunos de sus lienzos, papeles y algunas de sus múltiples y diferentes creaciones. Esto fue así hasta que optó en una de sus líneas, por individualizarlos, dotarles de cuerpo, atribuirle funciones, convertirlos en símbolos de toda índole incluso ideológicos o económicos, en algo que actuara como advertencia.

El bestiario personal de Fernando Baños
“Cabahprix”, de Fernando Baños.

Estos personajes forman ya parte de una fauna autóctona que habita en el interior de su imaginación, que han ido emergiendo del más allá del fondo de sus obras, que han crecido pero sobre todo se han reproduciendo en series y familias diferentes, un Bestiario que al contrario de lo que pudiera pensarse, no han salido de películas de terror o pesadillas sino todo lo contrario: de apacibles sueños donde seres mitad peces, mitad reptiles, mitad formas aladas, mitad insectos, ...conviven en armonía sin que parezcan depredadores voraces que engullen a cualquier espectador que se detuviese ante ellos.

El bestiario personal de Fernando Baños
“Caroloska”, de Fernando Baños.

Cierto que una de sus series lleva por título “Depredadores” y otras “Vampiras”, y todos tienen unos dientes enormes, una garras exageradas, unos cuerpos con ojos desorbitados, muchas patas, escamas, púas venenosas, tentáculos, ... pero lo “peor” no es eso, porque lo curioso de esta “parada de monstruos”, es que son divertidos. No solo no dan miedo, sino ganas de acercarte, ver la minuciosidad con la que están dibujados, la paciencia que aproximándonos a una ciencia parecida, se diría que ¡de entomólogo!

El bestiario personal de Fernando Baños
Kamalebicha. De Fernando Baños.

A veces esa metatamorfosis parece realizarse delante de nosotros, “amenazando” con salir todas las “criaturitas” de los márgenes del cuadro, inundar la Galería Félix Gómez donde hasta el 19 de noviembre estarán expuestos, salir volando todos juntos e inundar el apacible silencio en el que se encuentran con los zumbidos de su particular “Parque Jurásico”.

La ficción, la realidad, las leyendas de seres terrestres, marinos y extraterrestres, han inundado la literatura, el cine, las religiones incluso con un sinfín de seres fantásticos, buenos y malos, que protegen o destruyen según sean, expulsando rayos y venenos. Para esto se crearon los amuletos, los fetiches,...Para esto los ha creado Fernando Baños.

El bestiario personal de Fernando Baños
Denkxojo, de Fernando Baños.

Él les llama “bichos” o cariñosamente “bichejos” y habla con ellos, los alimenta, los deja copular en situaciones de alto contenido erótico, los mezcla en simbióticas formas, los llena de retículas, traza sobre ellos pequeñísimas líneas, los hace geométricos poligonales o sinuosos en sus curvas, los inunda de color o los representa en blanco (del fondo del papel) y negro (de la tinta).

Papeles que tienen también gran protagonismo porque él mismo los fabricó a mano, les dejó las texturas que contribuyeran a simular rugosidades, a aparentar una fiereza que por más que lo quieran, nos parecerán amigables y diría que hasta ingenuistas.

El bestiario personal de Fernando Baños
“Gorriojo” de Fernando Baños.

Técnicas mixtas en las que mezcla óleos, acrílicos, acuarelas, ceras, esmaltes, collages, dripping, estilógrafos,...abracando hasta cuatro épocas distintas desde la primera a junio de este mismo año, en que parece que ha detenido esta peculiar fauna zooantropomórfica, aunque con ella nunca se sabe, y desde ya esperamos una nueva invasión, entre otras cosas para que este animalario acabe de una vez por todas con todos los virus y con cualquier ente o persona mucho más amenazadora que estos encantadores bichitos.

Pasen y vean, déjense seducir, picar, morder, contagiarse con escorpiones que parecen mariposas, o mariposas que parecen peces, batracios que parecen arácnidos, chapulines que asemejan pulpos, abejas camaleones,...O tal vez lo son.

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