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Actualizado: 29 nov 2019 / 16:36 h.
  • El teatro uruguayo de la mano de Marianella Morena

Obra: Ella sobre ella

Lugar: FeSt/ Teatro La Fundición, 28 de noviembre

Compañía: Euroescena

Texto y dirección: Marianella Morena

Intérpretes: Mané Pérez

Calificación: ***

Un alegato a la libertad de la mujer que aboga por independizarse de la mirada del hombre. Es lo que nos propone la dramaturga y directora uruguaya Marianella Morena con esta obra, un singular monólogo a caballo entre el drama y la performance.

La dramaturgia parte de la figura de Carlota Ferreiro, una mujer de finales del siglo XIX que trasgredió todos los cánones impuestos a las mujeres en la sociedad uruguaya de su época. Su imagen se convirtió en un incono e la pintura uruguya gracias a un retrato de Juan Manuel Blanes, reconocido pintor decimonónico uruguayo. Ella fue primero su amante y más tarde su nuera, ya que se casó con su hijo, al que le llevaba 22 años. Y antes de eso había enviudado dos veces, aunque el segundo matrimonio duró muy poco. De hecho conoc a Blanes porque fue a encargarle un retrato de su primer marido, Emeterio Celedonio Regunaga que fue ministro de Hacienda, lo que no deja de ser un dato significativo teniendo en cuenta que ella era hija natural. Tardó poco en Abandonar a su tercer marido y unos años más tarde se volvió a casar, esta vez con un médico judío con quien llegó a regentar una clínica que acabó arruinándola, aunque no sin antes faciliatarle su adicción a la morfina.

Al parecer su vida estuvo marcada por los excesos y ese es justo el punto de partida de esta obra, que comienza afirmando al personaje mediante la negación del cuadro. Y es que, Carlota no se siente identificada con su imagen pintada. Esa es la imagen de la mirada del pintor, no la suya propia, nos dice. Y partir de ahí se entrega a un discurso que combina la narración de algunos pasajes de su historia con Blanes y su hijo, con fragmentos de abstracción que llevan a la actriz a una suerte de performance en la que su cuerpo se entraga al festín de los excesos. En ese sentido cabe destacar la versatilidad , el dominio y el talento de la actriz, Mané Pérez para pasar del drama a la performace y cambiar de registro y de personaje con vertiginosa rapidez. Y además canta, toca la guitarra, interactúa con el público y se adentra en el terreno de las artes plásticas. Lástima que su juego de provocación, bajo el que se esconde todo un canto femenista a la libertad, no pueda ser apreciado del todo si no conoces la historia del personaje central que, aunque sumamente conocido en Uruguay, en España no se conoce.