Iniciamos hoy 26 de septiembre de 2022, una sección que se irá intercalando con noticias de actualidad artística, con uno de los grandes maestros de la pintura sevillana actual como es Antonino Parrilla García (Sevilla 1944), cuyo arte no puede explicarse sin el “sentío”, ni el “quejío” flamenco, ahora que estamos en pleno ecuador de la XXII Bienal.
Homenaje a J. A. García Ruiz (Óleo sobre tabla) 1979.
Escribo esto mientras oigo de fondo a Nano de Jerez, a quien tuve ocasión de conocer gracias a él: un regalo inolvidable de la vida no sólo mía, sino de todos los que tienen la suerte de estar cerca o tratar por un tiempo a estos gigantes, cada uno en su arte, pues vistos así son de una profundidad abisal, como toda la obra de Antonino.
Sta. María in Trastevere. Roma. 1980. Óleo
Con Antonino Parrilla pasa como con el Giotto, al que se le van uniendo muchas leyendas, como aquella que hace sus comienzos en la confitería de su familia en donde empieza a modelar con palillos y espátulas parecidos a las que luego utilizará en el barro, una serie de pasteles “artísticos” que seguro que ya llevarían su sello inconfundible: formas emergiendo del fondo de la nata, figuras que ascienden por la crema,...
Girasoles-Homenaje. Óleo sobre tabla. 1988.
Y sí, con todas las licencias eso es lo que creo, por eso cuando ingresa en la Escuela de Artes Aplicadas de Sevilla y después a la Superior de Bellas Artes, o reside en Roma, viaja a La Habana y por diferentes ciudades del mundo, ya tiene dentro ese interés por no hacer otra cosa que su propio arte y dedicarse a la docencia, a transmitir a las siguientes generaciones, todo aquello que ha ido aprendiendo con el virtuosismo de la práctica y la experiencia.
Capricho. Reducción cerámica. 1991.
Arte, que en él no puede deslindarse de sus otros hermanos –como son el cante, el toque, el baile, y lo jondo en definitiva, como tampoco del toreo- porque participan de esa misma profundidad, intensidad, racionalidad, vértigo, pasión, ritmo, belleza,...
Peces III. Mixta sobre papel. 2007
En mi opinión (claro que todo es subjetivo), no se puede explicar la obra de Antonino Parrilla sin los compases de tonás, bulerías, seguiriyas, ..., el mundo de la fragua, que se traspone en sus obras al de las fundiciones, hornos, muflas, crisoles, a los cuatro elementos naturales, a los pigmentos, esmaltes, metales y fundentes. Por eso su obra participa de todo eso, como de lo telúrgico, lo magnético, lo que está en erupción y transformación dependiendo de la luz que haya puesto o del punto de vista desde donde las veamos. Una obra que parece estar en evolución continua.
Mixta sobre papel de la Serie Confinamiento. 2020
Antonino Parrilla alterna siempre retratos, paisajes (natural, de jardines y urbano), bodegones, toros y toreros, la Semana Santa, Ferias y Romerías, yendo y regresando una y otra vez a las cavas de payos y gitanos, al mundo onírico y surreal desde el punto de vista de los temas que configuran a la larga, el suyo.
Mixta sobre lienzo de la Serie Montijo. 2016-2019.
Va –y viene- a la abstracción, a la figuración y al hiperrealismo (y al realismo mágico), acercándose y distanciándose voluntariamente de los clásicos y ha tocado muchísimos “palos” de la creación: la pintura, el dibujo, la cerámica, la escultura, el grabado, los relieves, el cartel, a veces mezclándolo todo en “sus” técnicas mixtas”, la cocina del artista -“el obrador”- como también se llama.
Mixta sobre papel, de la Serie Confinamiento. 20210
Pero por encima de todo y casi desde el principio, tiene clara la división de los planos que configuran sus obras, los detalles que va a ir incorporando como las esferas flotantes, o su propio animalario-bestiario: una flora y fauna que se expande y metamorfosea, unos colores vibrantes cálidos o fríos, en donde celajes, rostros, perspectivas, puntos de fuga, centros geométricos y toda la dicción del arte, se integra en armonía independientemente de la técnica que use en cada momento.
Mixta sobre lienzo de la Serie Montijo 2016-2019
Muchas palabras le han dedicado a Antonino Parrilla a través de su ya extensa trayectoria y a pesar de lo poco que se prodiga, porque otra cosa que está meridianamente clara es que su vida es su casa-taller -las dos cosas por igual- hogar familiar y centro de creación. A cierto punto, podría incluso decirse que no necesita salir de los estudios que se reproducen en la medida que va necesitando espacio, que las formas, los colores, los objetos, las superficies y las texturas se van llenando con su impronta, con la simbología oculta muchas veces, con el modo de hacer y los procedimientos que si no estuvieran firmados, identificaríamos siempre con su estilo.
Una de las obras dedicadas al flamenco. Mixta sobre lienzo. 2003.
Un estilo hecho con estratos, veladuras, imágenes en donde predominan las líneas del dibujo y las manchas de color. Sin dudarlo un momento, comparto con todos los que le conocen y los que se acerquen a hacerlo por cualquier vía incluida la digital a partir de ahora, la necesidad de hacer la Antológica que le debemos los ámbitos artísticos e institucionales. Por eso me uno a todos ellos con un sentido ¡Va por ud., Maestro!