Me he permitido cambiar el título de la Exposición que hasta el 7 de febrero de febrero podrá verse en la sala de Exposiciones que la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla tiene en el Espacio Laraña (situado en la misma calle), porque el que la autora ha querido poner –“Las Notas Falsas de Dios”- pudiera dar pie a algunas confusiones partiendo de las múltiples interpretaciones que tiene, muy alejadas de los propósitos de la misma, que aluden tanto a las notas falsas que se pueden dar en cualquier instrumento, como a las personas especiales que tienen diferentes capacidades u otras situaciones físicas y psicológicas distintas.
Actualizado: 26 ene 2022 / 11:23
h.
-
Aspecto general del Espacio Laraña con algunas obras de Aurora Ruiz.
Otro de los retratos –o “Scherzo”- de Aurora Ruiz expuestos en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla.
La exposición tiene pues un contexto humano y espiritual, basado en la propia experiencia de la artista con su hermano Manolo, uno de los protagonistas que impregnan sus retratos al óleo sobre lienzo o grabados sobre tela y papel.
Otro de los retratos –o “Scherzo”- de Aurora Ruiz expuestos en la Facultad de Bellas Artes.
Muchas de las obras llevan el nombre de “Scherzo” aludiendo de nuevo al doble sentido de ser una composición musical y a su significado en italiano, entendido como “broma” y todo esto también es, porque Aurora Ruiz cursó antes de Bellas Artes, diez años de piano.
Retrato-scherzo en óleo sobre lienzo.
Una de las circunstancias curiosas que nos depara la exposición, que es pintura-ìntura o es pintura hecha por el placer de pintar, es que entre los almacenes de la Escuela, había un piano bastante desvencijado que posiblemente perteneció a Gonzalo Bilbao, abuelo del Comisario de la muestra y actual Decano, de cuando este tenía su estudio en la calle que ahora lleva su nombre y otra de las sedes de la facultad. Con él, interpreta a veces Aurora algunas partituras que al no estar afinado son todas las notas falsas, pero que son las que constituyen uno de los ejes fundamentales sobre el que giran las demás obras expuestas y todo lo que ella quiere destacar dentro de la vitrina-relicario, parte de un gabinete intimista donde hojas arrancadas de un libro reproducen dibujos, una Biblia abierta por un versículo concreto, unos grabados que después reproducirá de nuevo en óleos o ampliará en el tórculo para su trasposición.
Óleos, grabado e instalación, del tríptico titulado “Sudario”.
La exposición es pues una instalación de instalaciones: por una parte la serie compuesta por los retratos que recogen la fisionomía de los amigos de su hermano y de personajes singulares que ella misma ha conocido y llevado para plasmarlos a un mismo entorno que conoce bien, un lugar tan evocador como es la casa de su abuela, con sus sofás de estampados florales, sus losetas hidraúlicas geométricas, los espejos-cornucopias que forman parte de la decoración doméstica y su reproducción pictórica, pero sobre todo captando siempre el ambiente, los objetos que los definen, sus miradas frontales o ensimismadas, la luz envolvente que los ilumina y proyecta.
Vitrina con libros, grabados y dibujos.
La exposición, que contempla óleos, dibujos, grabados e instalaciones, incluye también un vídeo realizado por la autora, con la imagen fija, pero cambiante según las horas del día, del salón donde el sofá, las cornucopias, las losetas hidraúlicas, las lámparas y en general todo el mobiliario, recrean esa estancia donde trasladó –a uno de sus mundos o a una parte fundamental de su biografía- a todos los retratados aquí expuestos, personas iguales a nosotros, porque lo único cierto, es que cada uno somos únicos y a la vez diferentes.
Páginas que recorren la biografía de los protagonistas, y la de la autora misma.
Viendo la exposición de Aurora Ruiz, recuerdo las palabras de Omar Kayyan, el místico del siglo XIII cuando en su famoso libro “Los Rubayatas” se preguntaba a propósito de la creación: ¿es que acaso tembló la mano del Alfarero? Y no, al día de hoy, a la sensibilidad actual, el Alfarero, el Gran Arquitecto del Universo, Zaratrusta, Yaveh, las partículas elementales, la expansión de los átomos del Cosmos o la “música” de las estrellas,...llámesele como se quiera, está en todo lo que forma la Naturaleza pues de la misma materia fuimos hechos. Aurora Ruiz se centra en estos seres entrañables, a los que trata con un amor que va más allá de la realidad visual, auditiva, sensitiva o tangible de cada obra, porque ellos son ella y nosotros