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Actualizado: 25 feb 2020 / 09:04 h.
  • McGregor entre la precisión y la incertidumbre

Una obra de danza cuya estructura cambia en cada representación según un algoritmo matemático. Es lo que nos propone el reputado coreógrafo británico Wayne McGregor con esta propuesta, cuya danza es tan vertiginosa y fugaz como absolutamente precisa.

La estructura toma como referente los 23 pares de cromosomas que la citogenética secuencia en cada célula humana. De ahí que las secuencias dancísticas cambien en cada representación según el algoritmo creado para la obra por Nick Rothwell. De esta manera, más que con el movimiento o la disposición de los intérpretes en el escenario, McGregor se propone construir la coreografía con la combinación de los diferentes solos, tríos y números corales que componen el espectáculo. El orden es incierto, cambiante y vertiginoso, pero todo el espectáculo sigue un ritmo constante y frenético, delimitando una secuencia d e movimientos cuya velocidad define con fruición la condición fugaz de la danza, tanto que nos acaba saturando.

Todo ello contrasta con la pulcritud de la puesta en escena. La escenografía se conforma solo con unas luces que cuelgan del techo; el vestuario, sumamente sobrio, se limita a ser una especie de segunda piel de los bailarines y bailarines con el claro objetivo de centrar la mirada en sus cuerpos. La iluminación en tonos blancos se empeña en describir un espacio de penumbras sin duda sugerente y por momentos radical, aunque en general describe una atmósfera un tanto fría. Una frialdad que se potencia con el corte secuencial y fragmentario de la danza.

Cabe destacar el virtuosismo de los bailarines y bailarinas, que se entregan con encomiable vigor y expresividad a una danza atlética que combina la ondulación del torso con la linealidad y verticalidad de los brazos, delimitando una gama de figuras que remiten en muchos momentos al ballet clásico y que, bajo la agresiva música electrónica de Jlin, en complicidad con la iluminación de Lucy Carter adquiere un tono provocativo que, por desgracia, tal vez por la excesiva reiteración y velocidad del baile, no acaba de conmovernos.

La ficha

Obra: Autobiography
Lugar: Teatro Maestranza, 23 de febrero
Compañía: Company Wayne McGregor
Música
: Jlin
Concepto y dirección: Wayne McGregor.
Director musical: Manuel Coves
Coreografía: Wayne McGregor en colaboración con Joshua Barwick, Rebecca Bassett-Graham, Camille Bracher, Jordan James Bridge, Izzac Carroll, Sharia Johnson, Chien-Shun Liao, Eileih Muir, John O’Connell y Kyle White.
Dramaturgia: Uzma Hameed.
Calificación: 4 estrellas