Los grandes festivales sevillanos se celebran en verano, salvo el de Alcalá de Guadaíra y también el del Mostachón de Utrera, que tiene lugar en otoño. Este se va a celebrar este sábado en el Teatro Municipal Enrique de la Cuadra y en esta edición estará dedicado a la gran maestra del baile Cristina Hoyos, metida a empresaria desde hace tiempo y alejada de los escenarios como profesional, que no del baile, porque los flamencos son como los toreros: nunca se van del toro aunque no se vistan de luces.
Cristina Hoyos es una de las más grandes artistas del baile de este tiempo y su obra es tan importante que merecería no un homenaje sino decenas de ellos cada año. Sin embargo, lo cierto es que no son muchos los reconocimientos que suelen darle en un arte donde es algo bastante habitual desde sus principios. La prensa del XIX está llena de homenajes a figuras del flamenco, unas veces por necesidad –lo que llamamos un beneficio–, y otras por el mero hecho de reconocer la trayectoria de los grandes maestros.
Cristina Hoyos ha sido algo más que una bailaora. La historia del baile flamenco registra nombres tan fundamentales como La Cuenca, Pastora Imperio, Carmen Amaya, La Argentinita, su hermana Pilar López o Matilde Coral. Fueron creadoras y, además, grandes intérpretes. Cristina Hoyos ha sido una de las grandes creadoras del baile flamenco de todos los tiempos, y además una gran intérprete. Durante muchos años fue la referencia del baile en el mundo y no habría manera de pagarle la labor que llevó a cabo y lo que supuso para el baile y para las nuevas bailaoras o los nuevos bailaores.
Es una lástima que con tantos congresos o semanas de estudio que se celebran cada año aún no se haya acordado nadie –o no me consta– de lo que la maestra sevillana representó durante décadas en todo el mundo, bien en su etapa del Ballet Nacional de España o con su propia compañía. Este homenaje de este sábado en Utrera tiene un enorme valor por lo que representa este pueblo en el flamenco, pero también porque es un homenaje sencillo de aficionados a los que no les resulta fácil hacer cada año un festival con tan escasos medios. Y llevan ya treinta y cuatro años haciéndolo, lo que tiene su mérito en la tierra del Potaje Gitano.
Para rendir honores a Cristina Hoyos, un cartel sencillo y no muy largo: Alicia Gil, Lito Espinosa, Pedro el Granaíno, Antonio Patrocinio, Antonio Reyes, Diego Amaya y la bailaora malagueña Luisa Palicio. Siete artistas para homenajear a la gran maestra y coreógrafa sevillana en un pueblo donde tanto gusta el arte, el baile de buen gusto y el cante a compás y con sabor.
El festival lo organiza la Peña Flamenca Curro de Utrera y cuenta con la colaboración de Diputación Provincial de Sevilla, el Ayuntamiento, la empresa cervecera Cruzcampo y alguna que otra firma comercial de Utrera. Es fundamental, pues, que el teatro se llene de aficionados, algo que no suele fallar.