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Actualizado: 23 may 2018 / 06:42 h.
  • La exposición de Murillo de la Catedral es una de las citas obligadas con la cultura. / Manuel Gómez
    La exposición de Murillo de la Catedral es una de las citas obligadas con la cultura. / Manuel Gómez

Murillo sigue siendo el rey de la programación cultural de la primavera. Y lo que te rondaré, morena. De entre las muchas teselas que componen el mosaico de la conmemoración de la efeméride por los 400 años del nacimiento del artista, se destacan aquí dos: un viaje en el tiempo y un paseo encantado. La primera de esas citas es la exposición Murillo en la Catedral. La mirada de la santidad, un salto atrás de cuatro siglos que intensifica el voltaje no ya de recogimiento sino de sobrecogimiento del templo metropolitano. Absolutamente imprescindible para todo aquel que vuelva la cabeza por la calle cuando oiga la expresión homo sapiens. Se puede visitar los lunes de 11 a 15.30; de martes a sábado de 11 a 17 horas; y los domingos de 14.30 a 18 horas. La entrada es gratuita para todos los feligreses de la diócesis y se incluye dentro de la visita general al monumento.

El paseo encantado es una atracción de primavera organizada por el Ayuntamiento que consiste en sacar a la calle la Sevilla del XVII. Una idea de Arcadiantiqua titulada Tras las huellas de Murillo y que escenifica por ciertos espacios del centro las curiosidades de aquel tiempo lleno de miseria y de grandeza. Se podrá ver este fin de semana próximo. Los enclaves y horarios son los siguientes: sábado 26, Plaza de la Contratación (11 y 13 horas), Casa de la Moneda (11.30 y 13.30) y Plaza del Cabildo (12 y 14). El domingo 27, en la Plaza de la Contratación (11.30 y 13.30), Casa de la Moneda (12 y 14) y Hospital de la Caridad (12.30 y 14.30). Siempre con entrada libre.

Pero hay otro pintor que ahora mismo, de forma más psicodélica, también está hipnotizando a los sevillanos desde la Cartuja: Vincent Van Gogh. Quien no sepa lo que significa la expresión una pasada absoluta puede ir a descubrirlo al Pabellón de la Navegación, donde la exposición Van Gogh Alive The Experiencie inyecta directamente en los ojos y en los oídos el alma inmensa y la hondura insondable de un artista que pintaba la vida a borbotones, ya fuese la felicidad, la soledad o la tristeza. Prorrogada hasta el 3 de junio, cuesta 13 euros la entrada para adultos y su horario es de 10 a 22 horas.

Conviene aprovechar el salto y cruzar la acera para pasarse por el Caixaforum, que está allí al lado. En particular, el jueves 31 de mayo, en que por ser la festividad del Corpus Christi se celebrará en este centro una jornada de puertas abiertas para toda la familia, de 10 a 20 horas, con distintas actividades que se pueden consultar en la web de la institución. Hay que visitar la muestra de obras de inspiración deportiva traídas del British Museum y reunidas bajo el lema La competición en la Antigua Grecia.

Allí mismo, a dos pasos, en el Monasterio de la Cartuja, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) ofrece dos exposiciones de aúpa: la de Ala Younis, con una perspectiva feminista y compuesta por trabajos hechos durante la última década, y los Estigmas (Stigmata) de Jan Fabre, una retrospectiva con más de 800 obras que pasará a la historia y que es la gran exposición del año en esta institución que no para de crecer en visitantes.

De la contemporaneidad a la Antigua Roma media lo que tarde uno en llegar desde la Cartuja hasta las Setas de la Encarnación. Allí abajo, en sus entrañas, el Antiquarium está desarrollando hasta el 30 de mayo un curioso recorrido guiado llamado La Sevilla romana. Entre las peculiaridades se encuentra que el guía es el centurión romano Lucio Valeros Albino, y por allí andan también el pater familias, la matrona, el esclavo y demás parentela afincada en los restos arqueológicos de la llamada Casa de las Columnas. Se habla de comida, de religión, de juegos y hasta de arquitectura, y hay talleres infantiles.

En este Antiquarium, por cierto, están por suceder cosas interesantes antes del verano: el 1 y el 2 de junio es el Encuentro de Danza y Cultura India a las 20 horas y por 10 euros la entrada. Del 12 al 24 de junio, Jornadas sobre Fernando Arrabal con entrada gratuita para las proyecciones de El árbol de Guernica, El genio y la locura y ¡Viva la muerte!, todo ello con vistas a la memoria histórica. Y el 19 de junio, quien fuese vicealcalde de Sevilla, Emilio Carrillo, presentará junto a las ruinas romanas del subsuelo de la Encarnación su libro ¿Qué hay después de la muerte?

Prácticamente al lado se encuentra la calle Arguijo, que es esa tan estrechita que va desde la calle José Gestoso hasta justo enfrente de la Facultad de Bellas Artes. Allí está la Sala Atín Aya, donde se exhibe Intemperie de Gonzalo Puch, un recorrido por los últimos años del autor sevillano que empezó pintando y acabó enamorado de la fotografía y otras ocurrencias de la expresión visual. Entrada gratuita.

Y como todas las primaveras, Circada se encarga de hacerle los honores a la calor con una serie de espectáculos mayormente callejeros que se sucederán del 31 de mayo al 17 de junio con lo que se viene conociendo por estas tierras como un no parar: la Torre de los Perdigones, las Setas, la Alameda de Hércules, el Hogar Virgen de los Reyes, la Plaza Nueva, el Patio de Banderas, el Parque de María Luisa, el de Celestino Mutis, la Avenida de Europa y la Puerta de Jerez serán algunos de los escenarios que acojan los números en una Sevilla que ya se puede presumir para esos días, sin riesgo a equivocación, como un hervidero tanto de paisanos y turistas como de calor preveraniego. Y todo esto no es sino un surtido a modo de muestra. Uno podrá asarse vivo de muchas otras maneras para celebrar que aquí la cultura no se termina si uno no quiere.