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Actualizado: 09 mar 2017 / 00:19 h.
  • Álvarez Izquierdo, en acción durante el Dépor-Betis / LFP
    Álvarez Izquierdo, en acción durante el Dépor-Betis / LFP

Alfonso Álvarez Izquierdo, el árbitro catalán que hace cuatro años y medio perpetró un robo en toda regla al Betis de Pepe Mel en un choque contra el Atlético de Madrid, debía de pensar que no había hecho suficientes méritos para entrar en la historia negra del equipo verdiblanco y ayer volvió a castigarlo con severidad. En la prolongación de un partido aburrido, malo, digno de dos contendientes que son el decimocuarto y el decimoséptimo de la Liga, decidió que en un salto entre Pezzella y Borges había habido codazo del central argentino. Antes también había decidido que un pisotón de Andone a Adán en un balón dividido no merecía la segunda amarilla para el delantero rumano. Y se podrá discutir el conservadurismo verdiblanco durante muchos minutos, la alineación final con siete jugadores que son defensas (tres centrales y cuatro laterales) y otros tantos defectos que arrastra el Betis desde el principio de esta floja temporada, como la falta de puntería en las pocas o muchas ocasiones que crea, pero si el árbitro no hubiese señalado ese inexistente penalti, la propiedad de los tres puntos habría sido suya.

Víctor volvió a dejar a Rubén Castro fuera del once, igual que a Petros, y dibujó una alineación aparentemente defensiva, como siempre, aunque en realidad no lo fue tanto, también como casi siempre. De hecho, empezó siendo un Betis dominador, con los centrales en una posición muy adelantada y los laterales como mediocampistas. Durante la primera media hora, de claro color verdiblanco, Mandi y Tosca pisaron la parcela contraria con frecuencia. Además, de los cuatro pivotes que colocó en el centro del campo, Brasanac tuvo llegada porque supo moverse muy bien entre líneas y Dani Ceballos, con Rubén Pardo y Donk guardando la posición, estuvo omnipresente en el campo adversario sin necesidad de recorrerse la kilometrada de cada día.

El Betis inicial fue ambicioso pero poco peligroso. Como mucho generó un centro de Brasanac que Arribas despejó in extremis ante Sanabria, un remate de Brasanac que atrapó el meta local tras un buen pase de Dani Ceballos y, por último, un centro-chut de nuevo con la firma del serbio. Para ser sinceros, las mejores ocasiones correspondieron al Dépor, que espabiló a partir de la media hora y forzó al Betis a dar un paso atrás. Eso, en un altísimo porcentaje de las veces, equivale a decir que Dani Ceballos dejó de aparecer. Sin practicar un fútbol fluido y vertical, los gallegos se agarraron a Çolak y Juanfran para acercarse al área y dispusieron de un remate al poste, a medias entre Andone y Mandi, y un zurdazo del exbético que despejó Adán.

La segunda parte se movió por los mismos parámetros que el tramo final de la primera. El Betis, cada vez más replegado, fio casi todas sus posibilidades ofensivas a que Dani Ceballos y Durmisi se entendiesen por la izquierda. Un buen centro del danés no halló rematador en el 51’, por ejemplo. Pero el dominio siguió siendo del Deportivo. No hubo una amenaza constante para Adán, como es previsible en un conjunto que marcha cuarto por la cola, pero el meta tuvo que lucirse en un zurdazo lejano de Çolak que cogió un efecto inesperado a última hora.

Con el paso de los minutos, la monotonía se adueñó del encuentro. El Dépor atacaba con sus limitaciones y Betis no sólo se defendía con orden, sino que a ratos hasta hilvanaba alguna jugada en el campo contrario. No es que reuniese grandes méritos, pero resulta evidente que tiene potencial para hacer más de lo que hace. El caso es que los laterales-interiores ya avisaron con un par de acercamientos y en el tercero, en un saque de esquina, marcó Piccini tras golpear el balón con la zurda, con la fortuña añadida de que el redondo objeto tocó en un defensa y se tornó inalcanzable para Lux.

El Betis pudo sentenciar poco después, en una excelente triangulación de Durmisi y Petros que Dani Ceballos desactivó con un mal remate. El fallo revivió al Dépor y acunó a los verdiblancos en su área. A esas alturas, con menos de diez minutos por delante, Víctor ya había metido a Álex Martínez y Rafa Navarro para escoltar a Durmisi y Piccini. El arreón local, en todo caso, sólo asustó de verdad a Adán en un remate de Andone cerquísima del poste tras el enésimo centro de Juanfran. Pero entonces llegó el 91’, Pezzella saltó con Borges... y Álvarez Izquierdo debió de recordar la deuda que tenía con Mel y se la cobró, otra vez, al Betis.

RC DEPORTIVO: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei (Albentosa, m. 67), Luisinho; Borges, Mosquera; Carles Gil (John, m. 79), Emre Çolak, Fajr (Joselu, m. 74); y Andone.

REAL BETIS: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Tosca, Durmisi; Brasanac (Rafa Navarro, m. 85), Donk (Petros, m. 62), Rubén Pardo (Álex Martínez, m. 81), Dani Ceballos; y Sanabria.

Goles: 0-1, m. 70: Piccini. 1-1, m. 91: Borges, de penalti.

Árbitro: Álvarez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó a Carles Gil (20’), Andone (33’), Donk (35’), Rubén Pardo (40’), Dani Ceballos (51’), Mosquera (86’), Adán (90’), Pezzella (91’), Mandi (91’), Albentosa (94’) y Álex Martínez (94’).

Incidencias: partido correspondiente a la 21ª jornada, aplazado el 3 de febrero por el temporal de viento. Riazor, 21.589 espectadores.