Un gol de Rubén Castro a nueve minutos del final, prácticamente en la única ocasión clara que tuvo el Betis en todo el partido, dio a los verdiblancos un triunfo que es la misma vida y certifica prácticamente su permanencia en Primera división. Si el recordado Vujadin Boskov tuviera que resumir lo acontendido no gastaría mucho en palabras. «Partido pésimo, resultado óptimo». El Betis fue incluso silbado en varias ocasiones por su fiel hinchada, pero supo aguardar su oportunidad y la aprovechó a la perfección. Lo hizo Rubén Castro, el de siempre, 17 goles ya. En esta ocasión asistido por Cejudo tras una arrancada de Musonda, que jugó toda la segunda parte en la banda derecha, que cambió con Joaquín, poco antes sustituido.

El triunfo ante el Levante permitirá afrontar el tramo final de la Liga con buenas dosis de tranquilidad, pues la certificación matemática de la permanencia puede llegar incluso tras el próximo partido en casa, si dentro de diez días se gana aquí a la UD Las Palmas, lo que permitiría al actual consejo que encabezan Ángel Haro y José Miguel López Catalán empezar a ejecutar decisiones y a planificar la próxima temporada. Cuestiones como la dirección deportiva, el entrenador, y bajas y altas de futbolistas pasarán a ser ahora prioritarias, una vez se cumpla el objetivo mínimo trazado a comienzos de campaña.

A falta de seis jornadas (18 puntos en juego) el Betis aventaja en doce al colista Levante y en nueve a Getafe y Sporting, que este domingo han de afrontar complicados compromisos ante Celta y Villarreal. La salvación no es matemática aún, y precedentes conoce varios el propio Betis para no fiarse un pelo, pero el paso dado para huir de los temores y la intranquilidad ha sido de gigante.

Tres cambios

Finalmente fueron tres los cambios que introdujo Merino en el once respecto del que salió goleado en el Calderón. Bruno, Joaquín y Molina ocuparon los puestos de Westermann, Cejudo y Fabián, pero en ningún momento encontraron los verdiblancos la manera de meterle mano al Levante, muy bien plantado sobre el campo y que gozó de las mejores ocasiones en la primera mitad.La que tuvo Verdú en sus botas a los siete minutos fue clamorosa, pero por fortuna el catalán mantuvo la tónica que mostró aquí durante el año del último ‘segundazo’ y la mandó al córner. El susto no despertó a los verdiblancos, que solo en alguna acción aislada de Musonda eran capaces de conectar con sus desasistidos delanteros. Rossi (22’ y 32’) volvió a asustar un par de veces, y Adán tuvo que lucirse a la salida de un córner para evitar que un certero cabezazo de Medjani (33’) supusiera el 0-1. El colista parecía el Betis, que lo es en los partidos jugados de local, y estuvo a merced de un Levante en el que Rubi reservó, de salida, a sus dos mejores goleadores, Deyverson y Morales, autores de nueve y seis goles, respectivamente. En la segunda parte, el Betis, sin inquietar apenas a Mariño, sí pudo al menos equilibrar la balanza y el Levante no le creó tanto peligro, aunque Rossi tuvo alguna. El partido parecía condenado al 0-0 y prolongar el sufrimiento, pero en estas apareció Rubén y le cambió la vida a miles y miles de béticos, muchos de los cuales no resistieron la tentación de ir a celebrarlo a la Feria. El Betis está medio salvado, no jugó un pimiento pero logró un triunfo que es de oro puro.

Real Betis: Adán; Molinero (Cejudo, m.69), Pezzella, Bruno, Montoya; N’Diaye, Dani Ceballos; Joaquín (Portillo, m.79), Musonda; Jorge Molina (Van Wolfswinkel, m.58) y Rubén Castro.

Levante UD: Mariño; Pedro López, Medjani, Navarro, Juanfran; Simao (Deyverson, m.85), Verdú, Camarasa (José Mari, m.76), Lerma (Morales, m.78); Víctor Casadesús y Rossi.

Gol: 1-0, M.81: Rubén Castro.

Árbitro: Eduardo Prieto Iglesias (Comité Cántabro). Amonestó a los locales N’Diaye (m.35), Musonda (m.70), Bruno (m.80) y Cejudo (m.92) y a los locales Juanfran (m.89) y José Mari (m.94).

Incidencias: Partido de la trigésima segunda jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Benito Villamarín ante 37.091 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.