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Actualizado: 11 dic 2017 / 16:34 h.
  • Joaquón, rodeado de jugadores del Atlético de Madrid durante el partido de esta tarde. / Manuel Gómez
    Joaquón, rodeado de jugadores del Atlético de Madrid durante el partido de esta tarde. / Manuel Gómez

El Betis de Quique Setién mejoró su imagen, un logro que ni de lejos era difícil después de sus últimos fiascos, pero no pudo ni siquiera empatar contra un Atlético de Madrid que protagonizó y ganó el típico partido que ha protagonizado y ganado mil y una veces desde que lo dirige Diego Pablo Simeone. El equipo colchonero marcó en su primera y penúltima ocasión de todo el encuentro, puso un muro delante de Oblak y se llevó todos los puntos. El Betis jugó bien a ratos, es verdad, y cambió los silbidos iniciales de su gente por aplausos antes de ceder a la resignación final. Así terminó el Villamarín, resignado, como sus futbolistas ante un frontón que le hace empeorar su racha a seis jornadas sin ganar.

El partido empezó con una tarjeta amarilla a Boudebouz a los 55 segundos y una buena jugada de ataque de Tello que acabó con un remate del francoargelino detenido por Oblak a los 2 minutos. No pudo haber mejores indicios de lo que iba a ocurrir. Por un lado, un Betis mandón, paciente y con buen gusto futbolístico (por fin) frente a un Atlético acomodadísimo y poco ambicioso. Por otro, un árbitro que tuvo claro qué criterio seguir a la hora de amonestar a los futbolistas. Antes del descanso, por ejemplo, perdonó dos amarillas de libro de Vrsaljko, una por dar a Guardado una patada digna de lesionar a la víctima y otra por perder tiempo con descaro.

El Betis hizo mucho, el Atlético hizo muy poco o casi nada y el resultado al final de la primera mitad era 0-1. Un clásico en la historia reciente del conjunto colchonero, que casi siempre gana cuando juega muy bien y casi nunca pierde cuando juega muy mal. Antes de que Vrsaljko explotase un agujero verdiblanco por la izquierda tras un saque de banda y Saúl marcase a portería vacía, ya daba la impresión de que, aun siendo el Betis muy superior, el partido estaba donde quería Simeone. Y eso que mayormente estaba en su campo o en su área. El Betis, bien organizado por Fabián desde la derecha, con Boudebouz y Tello muy activos, empujó al Atlético hacia su parcela y amagó con inquietar a Oblak. Esa es la palabra clave: amagó. El fútbol es humo si no hay goles y el Betis, en efecto, jugó con sensatez y movió la pelota de un lado a otro (con cierta connivencia de su oponente, todo sea dicho), pero no tuvo ocasiones realmente claras. En la primera parte, como mucho, una falta de Joaquín que se paseó sin que nadie la rematase ni la despejase y una jugada por la derecha a la que le faltó la convicción de Tello para plantarse solo ante el meta rival.

El Atlético se estaba echando una siesta y apenas había cruzado el círculo central, pero marcó. Lo dicho: un clásico. El tanto, naturalmente, afectó al Betis, ahora más expuesto que antes a ese veneno que es el contragolpe rojiblanco. Un minuto más tarde del 0-1, Feddal anduvo dubitativo y alimentó una cabalgada de Correa que frenó Adán. Ahí se acabó cualquier vocación ofensiva del Atlético hasta el intermedio, por no decir hasta el final. Los colchoneros estaban siendo ultradefensivos con 0-0 y con la ventaja no iban a alterar ese dibujo. En lo poco que quedaba, el Betis sólo generó una ocasión, un zurdazo manso de Sergio León tras un buen desmarque y una buena jugada ante dos zagueros.

Cualquier esperanza de remontar, aunque fuese sólo para puntuar, le duró al Betis un cuarto de hora tras el intermedio. En ese lapso, el Atlético se permitió alguna que otra licencia y facilitó a su enemigo resquicios por los que amenazar su integridad, pero los verdiblancos sólo se aproximaron a su meta en dos ocasiones: una buena jugada de Tello con un remate hacia fuera de Sergio León y, sobre todo, un voleón de Tello que fue replicado con un paradón de Oblak.

A partir del minuto 60, el Atlético fue anestesiando el partido poco a poco hasta dejar al Betis sin recursos ni fuerzas ni convicción. Simeone incluso quitó un delantero y metió un central para jugar con una defensa de cinco y así taponar la única fuente potable de peligro por parte heliopolitana, Tello, que además fue infrautilizado. Dos veces encaró a su par y dos veces se fue de él, pero no hubo una tercera. En esa media hora de monotonía, el Betis apenas dispuso de un chut inofensivo de Fabián y otro del debutante Julio Gracia mucho más tarde, ya en el periodo de propina. Por el camino, para rematar la tarde, perdió a Guardado por lesión. El Atlético, en ese plan ramplón pero efectivo que le hace ser como es, no regresó al área de Adán. Tampoco lo necesitó.

FICHA TÉCNICA

REAL BETIS: Adán; Barragán (Julio Gracia, m. 74), Mandi, Feddal, Durmisi; Fabián (Aitor, m. 87); Joaquín, Boudebouz, Guardado (Camarasa, m. 66), Tello; y Sergio León.

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Vrsaljko, Savic, Godín, Filipe Luis; Saúl, Thomas (Lucas, m. 92), Gabi, Koke; Correa (Giménez, m. 61) y Gameiro (Fernando Torres, m. 76).

Gol: 0-1, m. 29: Saúl.

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Amonestó a Boudebouz (1’), Correa (14’), Guardado (43’), Godín (51’), Filipe Luis (58’), Mandi (78’) y Sergio León (95’).

Incidencias: partido correspondiente a la 15ª jornada de Liga, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 45.517 espectadores.