El futuro de Fabián sigue siendo el eje de la actualidad en el Betis porque, para qué negarlo, también puede ser el eje de la planificación verdiblanca a lo largo de este verano. Si el palaciego se queda, Quique Setién conservará a uno de los grandes activos de su plantilla y ni el entrenador ni Lorenzo Serra Ferrer tendrán que devanarse la cabeza (ni la cartera) para encontrar al mejor sustituto posible. Y si se va, la enorme pérdida futbolística traerá aparejada un enorme beneficio económico. Porque pase lo que pase, el club tiene muy claro que la única forma de que su canterano abandone Heliópolis es mediante el pago de su cláusula de rescisión: 30 millones de euros. El problema, siempre desde un punto de vista estrictamente deportivo, es que hay un hombre dispuesto a abonar ese dinero: Aurelio de Laurentiis. Es el presidente del Nápoles.
En su último encuentro con el director deportivo del Nápoles, Cristiano Giuntoli, los agentes de Fabián le reiteraron que el Betis no piensa negociar nada más allá de la cláusula. Y De Laurentiis, también archiconocido por su faceta de productor cinematográfico, confirmó ayer que piensa pagarla. Sólo le falta un requisito: el visto bueno del palaciego. No es poca cosa, obviamente, teniendo en cuenta la afinidad y el apego del mediocampista a la causa verdiblanca, que defiende sobre el césped desde hace más de diez años.
Según el excéntrico De Laurentiis, si Fabián dice que sí, el Nápoles pasará a la acción porque su nuevo entrenador, Carlo Ancelotti, lo quiere a toda costa. «Estamos esperando su OK. Puede llegar en cualquier momento», asegura el mandatario napolitano en declaraciones en exclusiva al Corriere dello Sport. Esas palabras confirman en parte las informaciones que aparecieron el viernes por la noche en Italia, aunque las noticias hablaban de acuerdo entre el Nápoles y el Betis y eso, aparte de que es innecesario al ser el pago de una cláusula, no existe. En cuanto a las condiciones que el club transalpino ofrece a Fabián, pasan por un contrato de entre cuatro y cinco temporadas y un salario anual por encima de los 2 millones de euros.
LOS MILLONES DE JORGINHO
Que el peculiar dueño del Nápoles haga anuncios tan rotundos puede llamar la atención, pero la disponibilidad monetaria del Nápoles está fuera de toda duda. El club del San Paolo, además, se encuentra próximo a recibir casi el doble de lo que le podría costar Fabián precisamente gracias al jugador al que estaría llamado a sustituir: Jorginho. El Manchester City negocia desde hace días el fichaje del centrocampista italobrasileño, al que ofrece una ficha de 4,5 millones, y el Nápoles prevé ingresar entre 50 y 60 millones, ahí es nada.
