Casi cuatro meses y siete partidos después, el Betis volvió a jugar un viernes por la noche en el Villamarín. La última vez había sido el 18 de noviembre ante Las Palmas (12ª jornada, 2-0). Es decir, en el debut de Víctor como verdiblanco. El regreso a los viernes trajo consigo una entrada de 29.612 espectadores.
Se trata del segundo peor dato de asistencia de la temporada liguera en Heliópolis. El récord negativo hasta ahora pertenece al Betis-Celta de la 14ª jornada (27.241 espectadores). Ese encuentro se jugó un domingo al mediodía, un horario propicio, pero fue un fin de semana de continuos aguaceros sobre Sevilla y eso desanimó a muchos aficionados. Ese duelo y el del viernes son los dos únicos de Liga con menos de 30.000 personas en La Palmera.
El mejor registro en lo que va de Liga corresponde a otro choque jugado un domingo a las 12.00, el de la 20ª jornada contra el Barcelona. Hubo 43.790 espectadores en el Villamarín.