Keylor Navas fue uno de los principales protagonistas del Real Madrid-Betis. Fue decisivo para el Betis, porque se comió el gol de Sanabria, y después fue decisivo para su equipo con una parada ante el paraguayo en el minuto 92. El problema es que no tendría que haber intervenido en ninguna de esas jugadas porque antes, en el minuto 21, debió ser expulsado al arrollar a Brasanac cuando ya no había ningún otro defensa y el serbio estaba en una posición perfecta para marcar. Según el portero costarricense, el lance no tiene por qué generar ninguna polémica porque su intención «siempre es ir a por el balón» y el choque fue mutuo.
«Intento buscar el balón con la cabeza y chocamos. En ningún momento quiero ir a por el jugador. Mi intención siempre es ir a por el balón. El rival también viene y choca contra mí», explicó Keylor Navas tras el encuentro.
El guardameta también vio así el 0-1. «En el gol del Betis paro el balón, queda ahí y, cuando lo intento atrapar, la postura en la que estaba no era la mejor y lo toqué con la mala suerte de que lo metí dentro de la portería». «Son circunstancias en las que uno no se quiere ver, pero hay que intentar aprender de ellas. Quedaba mucho partido y sabía que tenía que seguir», añadió.