Facebook Twitter WhatsApp Linkedin Copiar la URL
Enlace copiado
Actualizado: 19 jun 2017 / 18:16 h.
  • Juan Luis Aguado, uno de los exdirectivos con Lopera que ha declarado este lunes. / M. Gómez
    Juan Luis Aguado, uno de los exdirectivos con Lopera que ha declarado este lunes. / M. Gómez

El juicio a Manuel Ruiz de Lopera se ha reanudado este lunes con la declaración de los primeros testigos de la fiscal Margarita Viera. Han sido interrogados Balbino de Bernardo, Juan Luis Aguado, Antonio Bustos y el expresidente Jaime Rodríguez-Sacristán. No ha podido acudir Pepe León porque tenía cita con el médico. Lo más reseñable de la jornada es que todos los exdirectivos han alabado la gestión de Lopera, que incluso ha sido calificado como «persona casi reverencial», y la contradicción sobre un presunto documento que eximía a los consejeros de cualquier responsabilidad porque toda era asumida por el dirigente.

Por lo demás, todos han coincidido en que el consejo de administración no tenía ningún poder ejecutivo porque el que daba todas las órdenes y asumía todas las operaciones era Lopera. Es más, algunos incluso han recalcado que oficialmente no sabían de la existencia de sus famosas sociedades, como Tegasa o Encadesa. Rodríguez-Sacristán, por ejemplo, ha advertido de que sólo conocía de ellas «lo que salía en la prensa». El primero en intervenir ha sido De Bernardo, que ha sido el único que ha hablado de ese documento, cuya existencia ha sido negada más tarde por Aguado y Rodríguez-Sacristán. «Firmábamos un documento que tenía una garantía del señor Lopera. No sé cuál era, pero él asumía las pérdidas. Lo firmábamos todos los consejeros», ha explicado el exconsejero encargado de las relaciones institucionales. Sus compañeros, sin embargo, afirmaron a continuación que no tenían constancia de haber firmado nada semejante.

«Si no llega a ser por él, la cosa habría sido dramática», aseguró también De Bernardo a preguntas ya de la abogada de Lopera, que repitió la misma cuestión a todos los testigos: ¿Vivió el Betis una de sus mejores épocas deportivas y económicas con la gestión del señor Rui de Lopera? «Sin duda», contestaron De Bernardo y Rodríguez-Sacristán. «Sí. Cuando empezó, salíamos del caos y era beneficioso porque veníamos de una etapa con mucha penuria, muchos pagos que no se podían atender, y cuando se inyecta este contrato el club empieza a tener una vida mucho más normal. Desconozco la administración en detalle, pero otro ambiente económico sí se respiraba», se explayó Aguado.

Antonio Bustos, por su parte, habló del lado más humano del exdirigente porque él se declaró «un poeta» que no se metía en los asuntos económicos. «Aprendí del señor Lopera bondad y cariño, porque como directivo fue una persona exquisita, pero un día tuve una diferencia y me fui porque no podía estar en un ambiente tan duro. Él había decidido despedir al personal de puerta y sustituirlo por un personal de empresas. El personal de calle manifestó su desacuerdo y él lo llevó a una junta. Aguado preguntó si estaban conformes y yo dije que no. Él quería cambiar el pago por entradas, pero ellos querían el dinerillo. Tenía esa vertiente de dispersión humana, no todos estuvieron junto a él, por eso la criatura ha tenido problemas. Me duele, como con cualquier persona que lo sufra. Don Manuel irradia una personalidad de influencia y es lógico que tuviese un grupo más adicto», reflexionó el exdirectivo. «Nunca puede uno dudar de un dirigente que se acerca al club y que sin duda alcanza esa popularidad. Era una persona casi reverencial. Fue admirado por muchos porque decían que salvaba al Betis», sentenció.