La plantilla del Betis se va a entrenar esta mañana (9.30 horas) en el estadio Benito Villamarín a puerta cerrada. Muchas sesiones se han celebrado allí en las últimas semanas, al contrario de lo que dicta la costumbre (una vez antes de cada partido), pero tiene su explicación.
El rectángulo de juego ha sufrido algunas variaciones por las obras del nuevo Gol Sur (a lo largo se ha desplazado seis metros en dirección al Gol Norte y a lo ancho, otros seis en dirección a Fondo), así que los jugadores necesitan adaptarse a esa novedosa configuración.
«Se hace raro ver la portería pegada a aquel fondo, no ver el Gol Sur... Para eso estamos entrenándonos, para acostumbrarnos a las nuevas distancias. Va a quedar bonito», explicó ayer el capitán, Antonio Adán.